El Consejo de Seguridad tampoco condena la matanza de saharauis
El Consejo de Seguridad de la ONU también cerró los ojos ante la masacre que están padeciendo los saharauis y se negó a condenar las matanzas, limitándose a deplorar la situación. Marruecos valoró como una victoria diplomática este dictamen.
GARA
El Consejo de Seguridad de la ONU no condenó el martes la matanza de saharauis cometida por las fuerzas marroquíes y se limita a emplear la fórmula «deplora».
Esta expresión fue la consensuada por los quince miembros del máximo órgano de la ONU tras una reunión a puerta cerrada que mantuvieron durante dos horas para estudiar la situación que se vive en Sahara Occidental desde que Marruecos desmantelase el 8 de noviembre el campamento saharaui de Gdeim Izik.
En declaraciones a la prensa, el presidente de turno del Consejo, el embajador británico Mark Lyall Grant reiteró su apoyo a la misión de la ONU en Sahara Occidental (Minurso) y a las gestiones del enviado especial Christopher Ross.
Asimismo, pidió «mayor voluntad política» a Marruecos y al Frente Polisario para encontrar una solución al conflicto a través del proceso de negociación que impulsa la ONU.
El contenido del mensaje del Consejo de Seguridad supo a poco a algunos de sus miembros, como Uganda, que secundaban la petición del Frente Polisario de que se envía una comisión de investigación de la ONU a El Aaiún.
«Nos encantaría saber qué sucedió, porque lo único seguro es que hay un baile de cifras según el periódico que se lea o la radio que se escuche», afirmó el embajador ugandés, Ruhakana Rugunda.
Fuentes diplomáticas explicaron a Efe que algunas delegaciones, entre ellas el Estado francés, se opusieron a cualquier investigación o pronunciamiento por parte del Consejo, pero acabaron aceptando que se deplore de forma general lo sucedido.
El embajador de Marruecos ante la ONU, Mohammad Loulichki, aseguró a la salida de la reunión que su país había colaborado en todo momento con la misión de Naciones Unidas.
«Valoramos positivamente el contenido de la declaración, así como las condolencias expresadas por todos los miembros del Consejo de Seguridad a las familias de las víctimas», declaró Loulichki a Efe.
«Ha quedado claro que las fuerzas marroquíes actuaron con la máxima contención y que las autoridades dieron órdenes de que no se produjeran víctimas», añadió.
Otra petición que el Consejo de Seguridad rechazó fue la de agregar un componente de derechos humanos al mandato de la Minurso, tal y como piden el Polisario, algunos países y organizaciones de defensa de los derechos humanos.
En este sentido, el portavoz de Human Rights Watch (HRW), Philippe Bolopion, aseguró que la Minurso «se encontró ciega» ante la masacre porque carece de autoridad y recursos.
Euskal Fondoa y la delegación del Frente Polisario en Euskadi hicieron un llamamiento a las instituciones vascas a izar la bandera saharaui y pidieron participar en las movilizaciones que se convoquen.
La activista catalana Isabel Terraza y el mexicano Antonio Velázquez, de la asociación Resistencia Saharaui, llegaron ayer al aeropuerto de Gran Canaria tras ser expulsados de Sahara Occidental y señalaron que han sido testigos de un genocidio en El Aaiún.
Ambos relataron que han permanecido varios días escondidos en una casa y, según Terraza, «ha sido muy duro haber sido testigo de este genocidio», a lo que añadió que sentía «rabia y dolor por la indiferencia del Gobierno de España».
Velázquez dijo que vieron «una ambulancia llena de muertos» y que todos los horrores que han visto y escuchado de la gente no han podido contarlos ahora, pero que desde ya se convertirán en «la voz del pueblo saharaui».
«Hay muchos saharauis que no pueden decir al mundo que están siendo masacrados», señaló Velázquez, quien manifestó que es preciso hacer lo posible por investigar lo ocurrido y que «no mueran estas historias de terror que el mundo debe conocer». En este sentido, destacó que la resistencia saharaui dispone de imágenes de lo sucedido en El Aaiún. GARA
La Coordinadora Vasca de Organizaciones Solidarias con la RASD 27 de Febrero ha convocado una manifestación en Bilbo para el sábado a las 12.30, que unirá la Plaza Moyua con el Arenal.