La Administración del presidente Barack Obama comenzó el martes sus maniobras para intentar evitar que se retrase en el Senado estadounidense la ratificación del tratado de desarme Start por la acción de los republicanos.

«El fracaso en la adopción de un nuevo tratado Start este año pondría en peligro nuestra seguridad nacional», afirmó el vicepresidente Joe Biden en un comunicado, expresando la voluntad de la Administración Obama de seguir trabajando para que la ratificación del Senado se produzca antes de final de año.

Esta enérgica afirmación del vicepresidente estadounidense se produce después de que el número dos de la minoría republicana en el Senado, Jon Kyl, hubiera manifestado horas antes que no se podría ratificar el tratado antes de que comience 2011 y tomen posesión los nuevos senadores elegidos en los comicios del 2 de noviembre.

Los republicanos mejorarán entonces notablemente su posición en el Senado, llegando a los 47 escaños de un total de cien frente a los 41 que tienen actualmente.

En EEUU, los tratados tienen que ser ratificados por dos tercios del Senado, 67 escaños de cien. Incluso con la mayoría actual de 59 escaños de cien, los demócratas necesitan el apoyo de los republicanos para que se ratifique el tratado.

«Cuando el jefe de la mayoría [demócrata], Harry Reid, me preguntó si se podría ratificar el tratado durante la sesión de fin de año del Congreso (lame duck), le respondí que no lo creo», escribió Kyl en un comunicado en el que hacía referencia al cargado programa del Congreso y a «problemas pendientes del Start».