El empresario ruso Viktor But, conocido como el «mercader de la muerte» y considerado uno de los mayores traficantes de armas del mundo, se declaró ayer en Nueva York no culpable ante las autoridades judiciales estadounidenses.

El exespía soviético de 43 años, que fue extraditado a EEUU desde Tailandia, compareció ante la juez Shira Scheindlin y, tras responder en inglés que entendía las acusaciones, se declaró no culpable de los delitos relacionados con la venta de armas que se le imputan en EEUU, entre otros, y que podrían suponer una condena de cadena perpetua.

Según confirmó a Efe la Fiscalía federal del Distrito Sur de Nueva York, en la vista se acordó la extensión de la detención temporal de But en Nueva York y que su próxima cita con la Justicia estadounidense se produzca a principios del próximo mes de enero.

El Departamento de Justicia acusa a But de vender a las FARC unos 800 misiles tierra-aire, 5.000 fusiles de asalto AK-47, explosivos C-4 y minas antipersonas, entre otras armas valoradas en varios millones de dólares, delitos que negó. Según el FBI, también intentó adquirir una batería antiaérea.