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La solidaridad con los detenidos llega hasta la Delegación del Gobierno en Iruñea

Tres columnas formadas por decenas de personas arrancaron ayer desde distintos puntos de Iruñerria. Marcharon durante una hora por las calles hasta agruparse y acudir a la Delegación del Gobierno reclamando el fin de la represión y la igualdad de oportunidades para todos los proyectos políticos.

Los de Antsoain y Errotxapea fueron los más rápidos. Cerca de un centenar de personas llegó a la Plaza del Castillo 13 minutos antes de la hora convenida, las seis de la tarde. Esperaron en torno al kiosko hasta que otra de las columnas humanas, más numerosa, hizo su entrada a las seis y un minuto. Venían de Donibane con una pancarta inmensa («Torturarik ez!») y fueron acogidos entre aplausos. Muchos de ellos llevaban carteles reclamando el fin del maltrato en el Estado español. Pocos minutos después, llegaba la tercera, y más grande de todas, desde Txantrea, al grito de «Euskal presoak, etxera».

La movilización, anunciada por los familiares de los detenidos y a la que se sumaron más de cincuenta agentes sociales de carácter local -desde Etxerat hasta sociedades culturales y euskaltegis-, exigía el fin de las ilegalizaciones, así como posibilitar el desarrollo de todos los proyectos políticos en igualdad de condiciones.

Las columnas provenían de los barrios y pueblos de los cinco navarros detenidos en la última redada ordenada por el juez Fernando Grande-Marlaska. Ibon Esteban es de Errotxapea, Ander Maeztu, de Txantrea, Egoi Irisarri, del barrio de Donibane, y Xabier Arina e Imanol Salina son vecinos de Burlata. Los cinco fueron detenidos por la Policía española, acusados de pertenencia a Segi, y todos denunciaron haber sido torturados en dependencias de ese cuerpo policial. Por eso, una vez reunidos todos en la Plaza del Castillo marcharon directamente hasta la sede de la Delegación del Gobierno. «Para que nos escuchen bien», como señaló Enrique Miranda, tío de uno de los detenidos antes de leer el comunicado. «La esperanza está en nuestro pueblo, no en este edificio. Conseguiremos la paz por encima de ellos», proclamó el familiar.

Aunque con el recuerdo a los cinco últimos detenidos bien fresco, los protestantes exigieron la puesta en libertad de todos los 54 arrestados en Nafarroa desde noviembre de 2007. 35 de ellos han denunciado torturas «para obtener más informaciones, autoinculpaciones e inculpar a otros y así engordar las listas negras de la Policía».

«Muchas de estas personas siguen en prisión simplemente por su militancia política», afirmaron los manifestantes, que subrayaron la difamación que realizan los jueces y los medios de comunicación sobre estos jóvenes, calificados de «peligrosos terroristas», por organizar «el Olentzero y las fiestas populares de los barrios».

Marlaska y la Policía

El manifiesto exigió la derogación de la ley de incomunicación y lanzó duras acusaciones contra Grande-Marlaska, a quien recordó que gran parte de esos 54 detenidos se prestaron públicamente a comparecer ante él, tras aparecer sus nombres en la «lista negra». Sin embargo, el juez de la Audiencia Nacional ha preferido enviar a la Policía a por ellos y aplicarles la incomunicación durante tres o cinco días, a pesar de que esta práctica ha sido denunciada por numerosas organizaciones de derechos humanos internacionales.

El discurso con el que terminó la protesta se vio interrumpido varias veces debido a que la gente coreó lemas y echó en cara a los agentes de la Policía, que blindaban en ese momento la puerta de la Delegación del Gobierno, su participación directa en las últimas detenciones y el posterior envío de los jóvenes a las comisarías donde los arrestados ubican las sesiones de tortura, interrogatorios e incluso vejaciones sexuales.

Una joven, en representación de la juventud vasca, tomó la palabra para lanzar un rotundo «basta ya» (en euskara) a la represión. Aseguró que el Estado español busca una juventud sumisa y amedrentada, pero que no lo va a conseguir. Además, envió un abrazo a los jóvenes encarcelados, a quienes deseó que pronto puedan salir de nuevo a las calles de Euskal Herria.

El acto se cerró con un emotivo aplauso a los familiares de los detenidos y emplazando a los presentes a que acudieran hoy a la presentación del Acuerdo de Gernika, que tendrá lugar esta misma mañana en el frontón Labrit.

Aritz INTXUSTA

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