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Moreno llama al esfuerzo militante de la izquierda abertzale por el cambio

El homenaje tributado ayer en el pabellón de La Casilla de Bilbo por la izquierda abertzale a Santi Brouard y Josu Muguruza, víctimas de la guerra sucia, fue el escenario elegido por Txelui Moreno -arropado por representantes del movimiento sindical, pro amnistía y juvenil- para solicitar a la militancia independentista «un esfuerzo más» para que «haya un verdadero escenario de democracia y de derechos».

Agustín GOIKOETXEA |

El pabellón de La Casilla de Bilbo acogió ayer a la tarde el homenaje a Santi Brouard y Josu Muguruza, al cumplirse 26 y 21 años, respectivamente, de que sendas acciones de guerra sucia acabaran con sus vidas, en ambos casos en momentos en que la izquierda abertzale realizaba su aportación para dar una salida dialogada al conflicto político en Euskal Herria. De aquellos hechos, Txelui Moreno dijo que «sus muertes no fueron casualidad, ya que sus asesinatos fueron programados desde las cloacas del Estado».

Ante las cerca de 3.000 personas que participaron en un acto cargado de simbolismo, Txelui Moreno reclamó a la militancia independentista «un esfuerzo más» a las puertas del escenario ilusionante que se ha abierto para la ciudadanía vasca tras la aportación unilateral de la izquierda abertzale. «No nos toca descansar», subrayó.

El político de Burlata incidió en que el Estado español utilizará, como lo ha hecho en el pasado, «todo su poder» para tratar de frenar el auge del independentismo en general, y del proyecto de cambio que promueve la izquierda abertzale en colaboración con otros agentes políticos, sociales y sindicales.

No se olvidó del trabajo, la coherencia y la honestidad de hombres y mujeres que, en las tres últimas décadas, aportaron al mismo, en algunos casos hasta su vida, como en el caso de Brouard y Muguruza. Esta entrega, resaltó, ha dejado al descubierto el modelo «caduco» del autonomismo y también de los gobiernos del PNV y UPN «basados en la corrupción y la especulación».

Moreno remarcó que a lo largo de más de 30 años de lucha se ha ido adquiriendo la suficiente energía y generado «las condiciones suficientes», a partir de las que la izquierda abertzale ha podido realizar la apuesta que ha revolucionado el escenario político de Euskal Herria y abierto «el paso en favor del proceso democrático». Esta propuesta, recordó, fue respondida por el Estado español con los arrestos el 13 de octubre de 2009 de militantes independentistas referenciales, entre los que se encontraba él mismo.

«Algunos -declaró en tono relejado pero contundente- pensaban que el Estado iba a aplaudir con las orejas, algo que no se ha producido porque las decisiones tomadas son un peligro para el Estado». Explicó que su aportación «rompe con la estrategia del bloqueo del Estado», y de ahí, las 238 detenciones con las que ha respondido en repetidas redadas contra el movimiento independentista, especialmente entre los jóvenes.

El político navarro manifestó que, mientras a Aralar «se le puso alfombra roja, a la izquierda abertzale se le dan palos». La razón, aclaró, es que la propuesta de esta escisión no pone nervioso a los poderes del Estado y sí la suya, «porque llevamos al Estado a la confrontación política, donde es más débil».

«La diferencia es clara. Si las decisiones que tú tomas son del agrado del ministro del Interior, alfombra roja. Si las decisiones que tomas son producto del análisis y suponen un peligro para el Estado, represión, cárcel, incomunicación y tortura. Ésa es la diferencia entre la alfombra roja a Aralar y los palos a la izquierda abertzale».

«Nosotros planteamos cuestiones democráticas, que están reconocidas como derechos internacionales pero que ellos se niegan a reconocer y de ahí su debilidad. Nosotros esta apuesta -añadió- la hacemos unilateralmente por convicción y eso hace insostenible la posición del Estado, la de negar derechos». En este discurso, y lo repitió en varias ocasiones del mismo, insistió en que «estamos empeñados en construir un escenario democrático en Euskal Herria».

Con esta meta, Moreno afirmó ante los reunidos en La Casilla que «ha llegado el momento de conseguir un futuro en paz y una democracia plena», desde la coherencia con las decisiones tomadas y los compromisos adquiridos «para que haya un verdadero escenario de democracia y de derechos». A renglón seguido, advirtió a la militancia: «Que nadie se equivoque, esto no va a ser fácil. En esta nueva fase la aportación de todos no sólo va a ser necesaria, sino imprescindible».

La aportación de los presos

En su alocución, Txelui Moreno envió un «cálido abrazo» a los presos políticos vascos dispersados por decenas de cárceles españolas y francesas. Fue una pequeña referencia, ya que antes había intervenido Anjel Alcalde, en representación del movimiento pro amnistía, acompañado por familiares y ex presos que portaban una pancarta con el lema «Amnistia», para reivindicar un papel «activo y directo» de los represaliados «en el proceso político con el resto de agentes de Euskal Herria». El ex preso y exiliado jarrillero expresó su compromiso con el Acuerdo de Gernika, pero reivindicó que los contenidos recogidos en él mismo se transformen en «soluciones concretas» para dar respuesta a situaciones tan sangrantes como las derivadas de la dispersión.

Así, en primera instancia, reclamó que se acabe con la actual política penitenciaria, concretado en la «desactivación» de la cadena perpetua para decenas de presos, la puesta en libertad de aquellos que padecen graves enfermedades y el reagrupamiento del colectivo. A lo largo de su intervención, los congregados en el pabellón no cesaron de corear consignas como «presoak kalera amnistia osoa» y «euskal presoak Euskal Herrira», entre otras.

Alcalde había incidido al inicio de su alocución en que en la resolución del conflicto político será necesario el respeto a los derechos individuales y colectivos de todos los ciudadanos de Euskal Herria, también de aquellos a los que el propio conflicto les ha llevado a la cárcel o al exilio. Además, señaló que «amnistía y autodeterminación son dos caras de una misma moneda», por lo que se deberán dar pasos para que no haya una simple excarcelación.

También tomaron parte en el acto varias decenas de jóvenes independentistas. Dos portavoces destacaron la aportación efectuada por Brouard y Muguruza y cientos de militantes a lo largo de la historia reciente del país, y la importancia de que los jóvenes aporten a la apertura del tan ansiado escenario democrático. Por ello, llamaron a la organización y la lucha, a pesar de la persecución sin cuartel se sufren por parte de los estados.

Entre los bertsos de Onintza Enbeita, la actuación de los dantzaris y el homenaje a los propios familiares de los dos militantes independentistas muer- tos, tampoco faltó el abrazo so-lidario internacionalista hacia el pueblo saharaui, proyectándose un vídeo en el que se mostraba la represión que sufre este pueblo.

Erkizia acusa a López de «cinismo» por olvidarse de la guerra sucia

En la ofrenda floral realizada al mediodía ante el monolito en recuerdo a Santi Brouard, en el parque de Ametzola, Tasio Erkizia calificó de «vengonzosa» y «cínica» la actitud del lehendakari, Patxi López, al «olvidar a las víctimas de la guerra sucia, cuando él usa todos los días a las víctimas para bloquear la salida dialogada y el proceso democrático».

Las declaraciones del veterano militante de la izquierda abertzale las realizó ante los dos centenares de personas que se dieron cita en un sencillo pero emotivo acto, que tuvo su antesala en el que, a las 11.00, se realizó en la cercana plaza de Errekalde ante la estela que recuerda a Josu Muguruza, acto en el que se reunieron otras 150 personas.

De ambos militantes referenciales, dijeron que «su gran capacidad política, intelectual y humana, y su total entrega para con Euskal Herria, fue el motivo por el que alguien en Madrid, un señor X, decidiese acabar con su vida».A. G.

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