La OCDE alertó ayer del retroceso que se ha producido en el crecimiento del PIB en el tercer trimestre de 2010. El PIB creció un 0,6%, lo que supone una caída del 33% respecto al segundo trimestre de este año y marca una senda de deterioro de la actividad económica mundial.

La desaceleración tiene como protagonista a Alemania, según la OCDE, que ha crecido tan sólo un 0,7% frente al 2,3% anterior.

El Estado español se mantuvo en el 0%, sólo por delante de Grecia, que redujo en un 1,1% su PIB y de Países Bajos, que cayó un 0,1%.

Los resultados del tercer trimestre comparados con igual período del año anterior son mejores, ya que la OCDE crecía hace un año a un ritmo del 0,5% y en esta ocasión al 0,6%.

Los analistas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sostienen que hace un año comenzó a «remontar» con la vuelta a los datos positivos. Sin embargo, en 2010 se está produciendo un escenario a la baja lo que «es preocupante» y muestra la debilidad global de la economía. En el tercer trimestre, el incremento del PIB del conjunto de la OCDE fue del 0,6% respecto a los tres meses anteriores, cuando había registrado una expansión del 0,9%, según los datos publicados por la organización internacional con sede en París. La desaceleración del crecimiento tiene nombre: Alemania, puesto que en el tercer trimestre ha caido un 69,56% frente al trimestre anterior -del 2,3% al 0,7%-, lo que ha provocado que el crecimiento de la Eurozona entre julio y septiembre fuera del 0,4%, frente al 1% del segundo trimestre.

Por su parte, la expansión de la economía de EEUU alcanzó el 0,5%, una décima más que en el trimestre anterior, mientras el PIB de Japón creció un 0,9%, frente al 0,4% de los tres meses anteriores. En términos interanuales, la economía de la OCDE registró un crecimiento del 3,1%, en línea con el dato del trimestre anterior, mientras que el PIB de la eurozona creció un 1,9%, el mismo dato que en los tres meses anteriores.

En el caso del Estado español, en términos interanuales creció un 0,2%, mientras que el Estado francés lo hizo un 1,8%, Japón, un 4,1% y Estados Unidos, un 3,1%.