Crónica | Vinilo en Azoka de Durango
Días de vinilo y rosas en el marco de un imaginario nuevo panorama
Blacke edwards es un director de cine con tendencia a la comedia; sin enbargo, en «Días de vino y rosas» se embarca en un drama alcohólico repleto de claroscuros, de barro y sol. dramatismo y esperanza que recuerda a la situación discográfica actual.
Pablo CABEZA I
En la industria local, la vasca, no se ha bebido champán, si acaso algún cubata y un orujo en la mañana tras alguna que otra terrible gaupasa. Pero sufre como las multinacionales y toma medidas en similar dirección a éstas. Las grandes optan por las cajas, los discos dobles, triples, las reediciones fastuosas, los cuadernillos interiores con fotos y textos... y los vinilos, por si acaso. Como en Euskal Herria nadie fue precabido (falta de experiencia en todos los ámbitos) y, además, había muy pocas pelas, no se conservan las cintas originales para nuevas remezclas o localización de versiones alternativas grabadas, circunstancia que imposibilita la publicación de cajas con material extra o proyectos por el estilo. Es decir, que sólo queda el camino de las reediciones en vinilo tal cual, en el caso querer urgar en el pasado y remover un poco el fondo de catálogo o probar con novedades también publicadas en soporte de 12 pulgadas. La cuestión es ver si el vinilo puede convertirse en las rosas del pasado. Si los veteranos y los jóvenes serán capaces de apreciar, de nuevo, el placer de tener un disco en las manos, el valor añadido del diseño y un sonido con nuevos matices.
La apuesta más fuerte para el fin de año la ha realizado la discográfica con mayores posibilidades de Euskal Herria, Elkar. Se trata de la reedición en vinilo de los discos más clásicos de bandas como Cicatriz, Barricada, Kortatu, La Polla Records y Ruper Ordorika.
De Cicatriz a La Polla
De Cicatriz se ha elegido su disco más emblemático, «Inadaptados» en realidad el álbum sobre el que Elkar tiene sus derechos, que coincide, en todo caso, con el mejor álbum de la banda de Gasteiz. «Inadaptados» (1986) incluía parte de las canciones más vitoreadas de su repertorio: «En comisaría», «Esto saldrá bien», «Cuidado burócratas», «Botes de humo», «Desobediencia», «Txota», «Regae del vómito»..., himnos cantados sistemáticamente por toda la peña de sus directos, tiempo en el que lo físico y visceral se retroalimentaba de escenario a público y de éste al escenario. En la reedición se añaden «Escupe» y «Enemigo público nº 1», dos impresionantes canciones incluidas en el recopilatorio conocido como «El de las cuatro»: Kortatu, Jotakie, Kontus-Hi y Cicatriz.
A la fiesta del vinilo acude también La Polla Records, que también podrían haberse llamado La Olla Records, ya que sus conciertos siempre eran multitudinario y concentrados. De ellos se reedita «Salve» (1984). Hacía tiempo que no repasábamos el contenido de esta referencia, pero leer «Venganza», «Porno en acción», Tope wana», «Estrella del rock», Delincuencia», «Los siete enanitos», «Nuestra alegre juventud», «Críticos», «Muy punk», «Salve», «Así casa la vasca», «Come mierda», «El guru», «Tu alucinas»... «Txus» es como repasar uno de los momentos más espectaculares de la historia de uno mismo, seguro que también para más de un lector.. Fue asimismo el momento más sublime de la banda de Agurain. Esa cruz quemándose en el escenario cuando sonaba «Salve», Evaristo con su chaleco de piel de oveja, sus pantalones de cuadros, todos esos evangelios soltados uno detrás de otro en noches sin fin. Al elepé se le han añadido las cuatro canciones del primer single del quinteto: «Y ahora qué», «Los perritos», «El alcalde» y «Hey, hey, hey».
De Barricada a Kortatu
El punk-rock llegó para no llevarse bien con ningún otro estilo que no fuera el propio punk-rock. Sin embargo, el punk respetó a un grupo de barrio con pintas de macarras jevilones, al menos en sus primeros años. Con todo, cómo no rendirse al callejeo urbano de títulos como «En la silla eléctrica», «Esperando en un billar», «Alambre de espino», «Esta es una noche de rock&roll», «Pídemelo otra vez», «Picadura de escorpión»... y la clase de un Drogas que con su discurso y sus declaraciones se mostraba como un punki más. Inicialmente el público cambiaba en sus primeras filas, evidentemente no era lo mismo bailar pogo con la Polla que con los Barri, pero poco a poco esas canciones de «Noche de rock&roll» se fueron grabando tan profundamente que el aficionado punk-rock les terminó viendo como uno más entre los suyos.
De Kortatu se reedita tambiñen el primer elepé, «Kortatu». Una vez más, leer el reverso del disco es revisionar una parte de la vida de muchos colegas de viaje. «Don Vito y la revuelta en el frenopático», «Jimmy jazz», «La cultura», «Nicaragua sandinista», «Zu atrapatu arte», «Tolosa inauteriak 15-6-84», «Sospechosos», «Sarri sarri», «La familia Iskariote», «Tatuado», «Mr Snoid entre sus amigos los humanos», «Desmond tutu» y los añadidos «El último ska de Manolo Rastamán» y «Mierda de ciudad», dos canciones de «El disco de los cuatro», componen una película hiperrealista y devastadora. Nos recuerda enormes noches de fiesta, pero también el fallecimiento de Víctor «Vomito», pues era un skinhead que siempre seguía a Kortatu y que bolo tras bolo se cantaba con los Muguruza el «Mierda de ciudad», la canción de la polvareda, ya que el suelo se convertía siempre en un vertiginoso baile de piernas y codos.
Esta reedición de Kortatu contiene algunas coincidencias temporales. La letra de «Sarri Sarri» hace referencia a la fuga de Pikabea y Sarrionaindia de la cárcel de Martutene durante un concierto de Imanol en ésta. La editorial Pamiela publica en estos días el libro de Sarrionaindia, «Moroak gara behelaino artean?». Desde el pasado miércoles y hasta el 27 de diciembre, dentro de las jornadas Imanol Oroituz 2010, se repasa el fenómeno rock radical vasco. En la letra de «Sarri sarri» colaboró Ruper Ordorika, quien celebra en estos días la reedición en vinilo de «Hautsi da anphora» por su treinta aniversario.
De Mikel Laboa Elkar reedita Bat-Hiru, de 1974, uno de los álbumes más apreciados y profundos de la historia de la música vasca. Pero, además, el recuerdo de Laboa estará presente con la publicación de un doble Elepé y doble cedé homenaje a su figura y trabajo, «Txinaurriak», publicado por Bidehuts. El mismo sello recupera «Esarian», de Lisabö, en su décimo aniversario. «Esarian» fue originalmente publicado por Esan Ozenki. Lisabö fue una banda de choque, de fricción. Noise rock mezclado como emo-core carnal.
Gatazka/DDT aporta el vinilo de Elfo Negro, de Bilbo, y un elepé que recupera buena parte del repertorio de Eskoria-tza, una formación punk de finales de los ochenta y primeros noventa de cierta repercusión. Se incluye el single de seis canciones que grabaron a finales de los ochenta, inencontrable, un tema inédito de esas sesiones, «Satanás», y otras canciones inéditas sacadas de una maqueta previa.
Brian`s Records acelera y ruega al cielo para que llegue a tiempo la versión vinilo del regreso de Aton Rhumba a la escena, «Gargantuan melee».
Gaztelupeko Hotsak tiene en el catálogo de vinilos a Barrence Whitfield & Petti, a Jimmy Bidaurreta singularizando a Luis Mariano y Jesús Guridi a ritmo de jazz, más a la Gasteiz Big Band con «Live in Nájera» y «SSF».
Finalmente Talka, el sello de Fermin Muguruza, que comprartirá lugar con Joseba Tapia, tendrá en su stand los vinilos «Ashmatic lyon» e «Inkomunikazioa».
Todo sea por un formato cargado de encanto, don vinilo.