No sucedió como en Manresa, pero el resultado fue igual de malo. Un nuevo final de infarto que acabaría con Lagun Aro GBC en la UVI. No pudieron los hombres de Pablo Laso asegurar una victoria en esta décima jornada, nefasta para el baloncesto masculino vasco de élite.

Esta vez no fue una «bombita» a la desesperada lo que acabó con las esperanzas donostiarras, sino un uno contra uno del ex baskonista Carl English, que anteriormente había atrapado el rebote en ataque del triple errado por Trías, sobre Jimmy Baron. El escolta canadiense inició la penetración por la línea de fondo, se detuvo a media distancia y clavó el 75-73 definitivo.

Todavía quedaban 2,7 segundos y tanto Laso como Pepu Hernández pidieron sendos tiempos muertos, cosa que el técnico donostiarra aprovechó para diseñar la última jugada. El grupo de jugadores, con Uriz poniendo una toalla para impedir que las cámaras de televisión pudieran ver la pizarra, y Doblas enervando al público local para que su consiguiente pitada impidiera que los micrófonos de ambiente captaran las órdenes de Laso, hizo piña alrededor de su entrenador y se preparó para el asalto final.

La Penya intentó evitar que el balón le llegara a Tskitishvili o Baron, ya que éstos son mortales en el lanzamiento triple. Sabedor de que los verdinegros tomarían esta determinación, Laso ordenó que el tiro final, el tiro que forzara la prórroga, lo lanzara Panko. Y en honor a la verdad hay que reconocer que la jugada salió redonda, ya que el alero de Harrisburg pudo lanzar desde cuatro metros sin mayor oposición.

Pero Panko, que había realizado un espectacular partido, sumando 21 puntos y 7 rebotes, erró el tiro final, y el rebote se lo quedó Hosley. Una pena, ya que los guipuzcoanos sumaron su tercera derrota consecutiva, perdiendo una oportunidad muy clara de volver a meterse entre los ocho primeros clasificados.

Dominando con Salgado y Panko

Se presumía un partido muy complicado ante un rival enrachado como el DKV Joventut, y más que lo parecía después de que Will McDonald arrancara anotando cada balón que le pasaba por las manos.

Pero en el contexto de un primer cuarto con unas defensas muy blandas, Lagun Aro GBC aceptó el envite. Javi Salgado podía con Robinson y acertaba a anotar y a llevar el balón donde le pedían sus compañeros, especialmente un Andy Panko más que acertado. Asimismo, Doblas y Miralles, con la habitual colaboración de Panko, se las arreglaban para capturar más y más rebotes de ataque. El único lunar lo ponía Jimmy Baron, incapaz de atinar con el tiro exterior. El «búho» de Rhode Island anotó un triple de siete intentos, y aunque trató de suplir ese mal buscando tiros más cercanos y penetraciones, se echó de menos una aportación mayor por su parte.

No obstante, otros tomaban el relevo anotador en esos primeros minutos. Por ejemplo, Tskitishvili dio todo un recital tirador, metiendo triples en los segundos finales de las posesiones, castigando los habituales cambios defensivos de los de Pepu Hernández. El Joventut trataba de responder a partir de la aportación de Trías y Franch, pero el cuadro donostiarra podía mantenerse arriba sin mayores problemas.

Tras el 21-26 del primer período, Kone y el mencionado Tskita asumieron protagonismo tanto en ataque, como en defensa e intimidación. Junto con la seriedad defensiva de Lorbek y la inagotable aportación de Panko, los de Laso aguantaron los empellones badaloneses y consiguieron, a pesar de que Uriz, por ejemplo, no acertase a la hora de relevar a Salgado, llegar al descanso con ventaja: 35-41.

Faltas y concesiones

El conjunto donostiarra tuvo, al igual que Bilbao Basket el pasado sábado, un arranque ideal de tercer cuarto para terminar de romper el partido. Hosley y McDonald no lograban tirar del carro de la Penya y English tampoco acababa de carburar, de modo que los de Laso se vieron a sí mismos con diez puntos de ventaja a mitad de cuarto: 42-52.

Fue entonces cuando los locales endosaron un preocupante 14-5 de parcial a Lagun Aro GBC. Los jugadores guipuzcoanos comenzaron a cargarse de faltas y la Penya, que habitualmente falla muchos tiros libres, no perdonó desde la raya de 4,60 metros. El último cuarto empezó aún peor, con un parcial de 7-0 que adelantaba a la Penya por primera vez desde el arranque. McDonald, Franch y Trías no erraban casi nunca y, por si lo hacían, aparecían Hosley o English para arreglar la papeleta.

Pero los de Laso no se rindieron y gracias a la aportación de Panko y Doblas, lograron forzar el empate a 73 a 39 segundos del final. Un final de infarto que decidió English clavando una gran canasta y enviando a Lagun Aro GBC a la UVI.