Xabi Prieto presenta una estadística casi inmaculada desde los once metros, con un único lunar que nunca olvidará, el fallado ante el Athletic en el último derbi de Anoeta, en el que Aranzubia le adivinó la intención y se lo detuvo. Casi cuatro años después, el donostiarra tuvo la oportunidad de lanzar el primer penalti de la Real de esta temporada con el hándicap que para él representa el cambio en la reglamentación que le impide utilizar su paradinha. Por mucho que intentó acortar el gesto, Ramírez Domínguez le ordenó que repitiera el penalti y le amonestó. Al donostiarra no le tembló el pulso. Iraizoz buscó el disparo en el mismo lugar donde lo paró Aranzubia y Xabi Prieto cambió de lanzamiento y pudo desquitarse de su único error. Luego tuvo la fortuna de provocar el segundo gol.