Comenzó a vislumbrarse ayer por la mañana el once que podría alinear José Antonio Camacho en Mestalla y la principal novedad con respecto al once que saltó de inicio ante el Barcelona es la presencia de Pandiani, que ocuparía el lugar del sancionado Javier Camuñas.

El técnico murciano realizó un par de probaturas, con especial incidencia de medio campo hacia adelante, y en ambas El Rifle dispuso del peto de la titularidad. En la primera de ellas jugando como punta y teniendo como escudero a sus espaldas a Soriano. En dicha disposición el principal damnificado fue Puñal, cuyo puesto lo ocupó Lolo. Sorprendió, además, que en ella no estuviera Nelson en el lateral derecho, máxime con la baja segura de Damià.

Las cosas retornaron a la teórica normalidad con el segundo ensayo, en el que el portugués ya ocupó su lugar natural, el capitán uhartearra retornó a su puesto habitual en el pivote y Pandiani retrasó su posición hasta la media punta. En este caso, Soriano y Lolo pasaron al equipo de los suplentes y Masoud ocupó la delantera, quedando sin dueño el carril izquierdo, algo que parece im- probable, dada la ausencia prolongada de Camuñas.

Monreal, sin problemas

En ninguno de los dos casos el preparador rojillo probó con Leka en la parte más adelantada de vanguardia, aunque puede ser otra opción con la que entrene en las próximas sesiones. Por lo demás, la buena noticia de ambos partidillos es que Monreal trabajó con total normalidad y al mismo ritmo que el resto de sus compañeros, lo que hace suponer que ya se encuentra recuperado de su sobrecarga.

No lo hizo Aranda, en cambio, que, junto a Damià y Vadocz -sigue aquejado de una lumbalgia-, se ejercitó con el readaptador físico, Josu Sesma, e hizo también carrera continua. La buena evolución de su dolencia hace pensar que se pueda incorporar en breve, seguramente en la sesión matinal de hoy en Tajonar a partir de las 10.30.

Antes de los partidillos, la plantilla analizó al Valencia en vídeo para continuar con ejercicios en el gimnasio. Posteriormente saltó a uno de los campos para llevar a cabo cuadran- gulaciones de remate, en las que quedó patente la falta de puntería del equipo, mientras Camacho se desgañitaba aleccionando a los suyos.