CRíTICA cine
«Biutiful» Non future
Mikel INSAUSTI
La última edición del Festival de Cannes tuvo que ser una fiesta, a juzgar por el cariz mortuorio de las películas premiadas. Al igual que le sucede al protagonista de “Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas”, el Uxbal de “Biutiful” sufre una enfermedad terminal y se puede comunicar con los muertos, lo que le hace estar toda la película con un pie en el otro mundo. Siempre he mantenido que el cine de autor cae en tantos o más tópicos argumentales que el comercial. A Alejandro González Iñárritu le pilla además la crisis de ideas sin guionista, porque en esta su primera película tras la ruptura con su antiguo colaborador Guillermo Arriaga, no ha encontrado un definitivo sustituto, ya que la probatura con el nieto del mítico cineasta argentino Armando Bó ha salido mal. El guión es precisamente lo que falla en su cuarto largometraje, apegado estéticamente al realismo sucio de su ópera prima “Amores perros”, pera carente de una estructura narrativa lo mínimamente original como para impactar o sorprender al espectador.
Cierto es que Iñárritu se veía obligado a cambiar en “Biutiful” de fórmula para no seguir dependiendo de la coautoría reivindicada por Arriaga, pero se ha decantado por la historia lineal plana y se echa de menos alguna dinámica interna capaz de generar el necesario vuelco del relato. Lo único que se le ha ocurrido es presentar un falso prólogo que, al final, se revela como un adelanto del epílogo. Por cierto, ésa es la única escena que parece rodada en nuestros nevados paisajes navarros, habiendo sido eliminadas del montaje final las imágenes relativas al polémico rodaje en la cima del monte Beriain. Es posible que al público se le exija su cota de sufrimiento, en solidaridad con el sacrificio personal representado por Javier Bardem, quien trata de superar en capacidad masoquista al mismísimo Marlon Brando. Se echa a la espalda todo el peso de una dura tragedia urbana bien ambientada, aunque traicionada por el excesivo tremendismo de la melodramatización.