goran bogdanovic Ministro de Serbia para Kosovo
«Lo que nos ha pasado con Kosovo puede repetirse en otros países»
Como deja en evidencia su cargo, Serbia no reconoce a Kosovo como estado independiente y considera que el territorio sigue formando parte de su país y depende de su Administración, aunque ésta es sólo efectiva en enclaves serbios en el norte de Kosovo. kosovar. En entrevista a GARA, el ministro serbio para Kosovo analiza el proceso de diálogo que se iniciará tras las elecciones kosovares del domingo y felicita a estados que, como el español, se niegan a reconocer al nuevo estado europeo.
Pablo GONZÁLEZ | BELGRADO
Goran Bogdanovic (1963, Raska) es desde 2008 ministro del Gobierno serbio para la Provincia de Kosovo y Metohija (Kosmet), que es como denominan las autoridades serbias a Kosovo, cuya independencia han reconocido más de 60 países.
¿Qué problemas espera resolver Serbia en las futuras negociaciones con Kosovo?
El estatus de Kosovo no está definido de manera final. Nuestra intención es resolver los problemas de las distintas comunidades: telecomunicaciones, las personas desaparecidas, los cortes de electricidad, resolver el vacío legal existente, así como la protección del medio ambiente, la cuestión del tráfico aéreo, que sigue sin dilucidar, y otras muchas. Queremos empezar con los temas más ligeros, por así decirlo. Temas en los que podemos encontrar el compromiso de una manera rápida, y gradualmente movernos hacia temas más espinosos. Personalmente espero que pronto podamos hablar del estatus. No creo que tengamos que tener ningún tema prohibido, tenemos que estar dispuestos a hablar de cualquier asunto.
¿Cuál es la agenda de Kosovo en este diálogo, aparte del reconocimiento de la independencia?
Ellos quieren tratar más temas. Nosotros no esquivamos eso. Por ejemplo, el catastro, el registro de las propiedades, el control de las fronteras, resolver el problema de los juzgados de Mitrovica y los servicios aduaneros. Estoy seguro que habrá más asuntos sobre los que Pristina querrá hablar. No vamos a esquivar ninguno. Queremos que las negociaciones empiecen cuanto antes. Es muy importante para nosotros que durante el periodo de negociaciones no haya incidentes y que ninguna de las partes haga movimientos unilaterales. Como ha dicho el presidente de Serbia, Boris Tadic, si durante el proceso hay algún movimiento unilateral eso rompería el diálogo.
¿Puede especificar lo de los movimientos unilaterales?
Cualquier tipo de cambio en la situación real de la parte norte de Kosovo. Hay indicios de que Pristina, la parte albanesa, quiere provocar algún conflicto que cree problemas que sirvan de pretexto para un movimiento unilateral. Queremos evitar eso. Lo pueden utilizar de excusa para cambiar el panorama étnico en el norte de Kosovo. Cualquier movimiento unilateral, cualquier indicación de cambio en el norte, no será bien vista. Necesitamos este tiempo para crear la mejor atmósfera posible para el progreso del diálogo.
¿Cuál sería el formato ideal para las negociaciones entre Pristina y Belgrado? ¿Directo o con mediadores internacionales?
La resolución de la ONU lo deja bastante claro, será la Unión Europea (UE) la que lidere estas conversaciones. Por otra parte, sí todas las partes están de acuerdo no tenemos inconveniente en que otras partes participen en las negociaciones. Pero la UE tiene que tener el papel principal y ser la garante del proceso.
¿Las negociaciones con Kosovo pueden estar condicionadas por el deseo serbio de entrar en la Unión Europea cuanto antes?
No es un secreto que Serbia quiere entrar en la UE, pero estas negociaciones no van a estar condicionadas por este deseo. Queremos tener cuanto antes la resolución final del estatus de Kosovo. Deseamos mejorar la vida de todos sus ciudadanos. Estar seguros de que tanto en Kosovo como en el resto de Serbia los estándares europeos se cumplen. Consolidar económicamente la provincia. Porque si tenemos muchos problemas sociales, la gente es vulnerable, no tiene trabajo, hay estancamiento económico, no sólo Serbia lo sufrirá, sino que toda la región se verá afectada.
Si Serbia entra en la UE, ¿debería hacerlo junto a Kosovo?
Definitivamente estaríamos muy contentos si Serbia entra en la UE junto a Kosovo, pero no sólo eso; hay otros países en la región que no son miembros de la UE. Nos hacemos a la idea de que eso es difícil, pero eso no significa que no lo intentemos.
¿Conoce usted el plan de la UE, especialmente el de Catherine Ashton, alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, para las negociaciones entre Serbia y Kosovo?
Realmente no hay un plan definitivo de la UE respecto a las negociaciones. Hay una visión de la UE sobre toda la región, lo cual incluye Kosovo y Serbia, pero la prioridad principal es empezar las conversaciones lo antes posible. Usar el diálogo significa solucionar los muchos e importantes problemas que tenemos en Kosovo. La UE está estratégicamente interesada en tener paz en los Balcanes occidentales, reconciliación entre la gente y funcionando unas buenas relaciones entre los vecinos. Este tipo de visión es desde luego compartido por Serbia. Por supuesto que nosotros no estamos de acuerdo en la percepción del estatuto de Kosovo por parte un número de los países de la UE [la mayoría de los miembros de la UE ya han reconocido la independencia de Kosovo], pero eso no significa que no vayamos a colaborar con la UE en la resolución de muchos otros problemas.
¿Qué clase de ayuda reciben desde Serbia y pueden esperar recibir en el futuro los ciudadanos serbios de Kosovo?
Serbia quiere que ellos sobrevivan y puedan estar en Kosovo. Todos los días ofrecemos ayuda, tanto material como política, sin olvidar otros aspectos. Si no fuera por Serbia y la ayuda que prestan los serbios, pienso que hoy ya no habría serbios en Kosovo. Hacemos unas importantes inversiones en estructuras en Kosovo para consolidar económicamente a la comunidad serbia en Kosovo. La ayuda que la comunidad internacional brinda se destina hacia donde realmente no hace falta, especialmente la asistencia que se alega que se da a la comunidad serbia. Normalmente esta ayuda acaba en personas no adecuadas. Sigo insistiendo en mis conversaciones con la comunidad internacional en que debería haber más cooperación entre la comunidad internacional y Belgrado respecto a esta asistencia. Queremos estar seguros de que cada céntimo que envíe la comunidad internacional acaba en manos de la gente correcta. Por desgracia, por ahora no es así. Tuvimos un tiempo en el que los serbios boicoteaban esta asistencia, pero esa época ya pasó. Los serbios estamos listos para la UE y la ayuda que ésta nos pueda brindar, pero esta asistencia tiene que servir para consolidar a los serbios en la región.
¿Es, en su opinión, el caso de Serbia con Kosovo similar a otros casos como podría ser el del Estado español con respecto a Euskal Herria?
En mi opinión lo es. No le deseamos a ningún país el problema que Serbia ha tenido con Kosovo, porque es realmente enorme. Es para felicitar a España por no reconocer a Kosovo, y no sólo a ellos, sino a todos los países que no lo han reconocido. El síndrome que tenemos ahora en Kosovo puede por desgracia reflejarse en muchos otros países que tengan situaciones similares y así se encontrarían con la gran cantidad de problemas como los que tiene Serbia con Kosovo ahora. Por todo ello queremos respetar ante todo la ley internacional, las resoluciones sobre Kosovo y la Declaración de Helsinki [acuerdo sobre seguridad en Europa]. Cualquier día le puede pasar a otro país y nosotros no queremos eso.
¿Qué espera de las elecciones en Kosovo del próximo domingo y de los líderes que salgan de las urnas?
En mi opinión, en el contexto político albanés existe una tendencia de que son necesarios nuevos líderes, alguien que mire hacia el futuro en vez de mirar hacia el pasado, hacia los años noventa. No se puede tener futuro con gente que participó en guerras, personas que mataron y dieron órdenes de matar a otras personas. Recordemos lo que ha pasado y pasa en otras repúblicas de la ex Yugoslavia. Mientras los líderes de las guerras estaban a la cabeza de sus países no se podía llegar a la reconciliación. En el momento que se fueron, se hizo posible la reconciliación. Serbia, Croacia, Bosnia y el resto de las repúblicas. En mi opinión, algo similar debería suceder en Kosovo. Actualmente el principal líder político es uno de los fundadores del UÇK [Ejército de Liberación Albanés, guerrilla albanokosovar que luchó contra Serbia a finales de los años noventa], una persona que, según la información de la que dispone nuestra Policía, en esa época dio órdenes de matar a serbios. Esta persona no puede tener la confianza de la comunidad serbia. Siempre puede comprar a varios individuos serbios y presentarlos como una prueba de su buena relación, pero ésa no es la manera. Necesitamos políticos que sean capaces de encontrar soluciones pragmáticas para las dificultades actuales.