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«Llegará el día en que Irujo no juegue finales y hay que estar preparado»

Jon ORMAZABAL

Martínez de Irujo atendió a GARA ayer tras entrenar durante una hora con Mikel Beroiz bajo la supervisión de Jokin Etxaniz y su botillero Patxi Eugi.

Parece que estos previos a la final se han convertido en una especie de rutina ¿Es así?

Para mí no porque cuesta muchísimo llegar a una final, la competencia es grande y cada vez que llegas es un premio al trabajo. Parece que es una rutina pero cuesta muchísimo. Estos días me preguntan ¿otra final? y yo respondo no, es una final, no otra final.

¿Cada una es única?

Cada una es diferente y singular, cada día cuesta más llegar a una final. Estamos una gran cantidad de pelotaris que podemos ganar y podemos perder todos con todos, yo de momento tengo la suerte de estar arriba y poder llegar a la final.

Pero sus números parecen decir lo contrario...

Si fuese por los números, en las siguientes siete años jugaría otras trece finales y no tendría ni que entrenar, ni jugar, pero cuesta muchísimo la verdad.

¿Competir va con usted?

Esto es como un examen, tienes tres trimestres, Parejas, Manomanista y Cuatro y Medio. Intentas sacar la mejor nota en todos, unas veces se puede y otras no se puede.

A todos nos gusta ganar, unos quizá lo reflejamos más que otros pero ningún pelotari pierde y te dice otro día será. A todos nos duele perder.

¿Cuánto dura el subidón de una txapela?

Esa noche ya te digo yo que no duermes. Te metes a la cama y tienes ganas de despertarte para seguir viviendo lo que es la txapela. Cada vez que he ganado, que haces un poco de fiesta, no tienes ni resaca ni nada. Y te metes en al cama y no puedes dormir acordándote de lo que has conseguido.

¿Cuál es el mejor momento de lograr una txapela?

Todos, cuando haces el 22, cuando te pones la txapela, cuando te sacan las fotos y te esperan los amigos fuera, cuando llegas al restaurante, cuando te levantas al día siguiente y ves la prensa...no me quedo con ninguno, todos son especiales.

¿Tiene la sensación de que no se valora ese esfuerzo diario, que parece que lo hace todo fácil?

Puede parecer fácil, pero a mí no me lo parece. Aquí entrenamos todos los días, te tienes que cuidar, te tienes que privar de muchas cosas, pero lo haces con gusto. Puedo estar en lo alto de lo que más me gusta y más no puedo pedir.

¿Ha comenzado a sentirse cómodo en la jaula?

No, me cuesta, creo que ningún pelotari se siente cómodo. Abres al ancho y el rival te llega, metes a la pared y el rival llega, metes un pelotazo bueno y te la lleva, no hay huecos y hay que sufrir bastante y ha hay que ser constante. Hay que dar muchos pelotazos y muy rápidos, se juega mucho al aire, es el más complicado para jugar para mí.

Tiene a un especialista como Patxi Eugi de botillero...

Sabe lo que es, sobre todo la tensión que se vive en estos partidos y ha jugado mucho al cuatro y medio y me ve y me corrige cosas.

En la cancha parece muy impulsivo ¿Prepara las finales? ¿Ve ví- deos de los rivales?

Sí me gusta, pero tampoco demasiado. Ahora, de cara a la final, veré el vídeo del partido de la liguilla y le daré una pasada más rápida a la final de 2006.

Desde el último partido de la liguilla no ha jugado porque acabó tocado de su derecha. ¿Se le ha hecho muy largo?

Al tener la mano tocada, me ha ayudado bastante para recuperarla y ponerme mejor. No he parado de estar en el frontón, porque la mano se cura en el frontón, y lo he llevado bien. Si fuese otra semana más sería más preocupante. Si estoy bien prefiero jugar, pero cuando no estás del todo bien hay que intentar llegar al cien por cien a una final. Se me hizo largo el empezar, porque después de todo el verano sin poder empezar se hace muy largo. Pero, una vez que te metes en semifinales, lo que quieres es llegar a la final y, una vez que llegas a la final, quieres ganar y sacas ganas de hasta donde no hay. Estos días de frío ir a correr no le apetece a nadie, pero piensas en el día 12 y vas feliz.

¿Su forma de jugar tan explosiva desgasta mucho?

No sé si pasará factura, espero que no, que sea así siempre. Pero llegará el día en el que Irujo no llegue a ninguna final y hay que estar preparado para eso. Jugar tantos campeonato estresa pero está claro que, si no hay competición, a la gente le cuesta acercarse al frontón. Acabamos la jaula y empezamos el Masters, y luego el Parejas. Lo que tengo claro este año es que, cuando acabe el mano a mano, en quince días no me van a ver el pelo. Este año no he tenido vacaciones, he tenido una miserable semana y este año tengo que coger vacaciones sí o sí. Acabas saturado, me iré de vacaciones cualquier día de las ganas que tengo. Tampoco vivo mal, no me voy a quejar en ese sentido, pero desconectar un poco de la pelota y no hacer nada apetece.

Serán los únicos deportistas que no paran...

No hay un calendario establecido. Hay que jugar campeonatos en invierno porque si no la gente no acude. En verano hay torneos y compromisos de la empresa que hay que cumplir. Las cosas tampoco están como para elegir cuándo juego y cuándo no. Tenemos que echar una mano todos para salir de ésta.

El domingo despidieron a su amigo Peio Martínez de Eulate, campeón del Parejas hace nada...

Es una pena. la cosa está muy mal, Peio tiene 31 años, creo que todavía es joven para seguir jugando a pelota, para ser zaguero. Ha tenido un año malo con la mano y con la presión de tener solo un año de contrato y el domingo en Eibar me dio mucha pena. Aquí no se libra nadie, en 2007 estaba ganado txapelas. Creo que será el único pelotari que ha ganado dos txapelas en dos campeonatos que ha jugado. Pero Peio es muy fuerte y saldrá de esta.

 
Juan MARTÍNEZ DE IRUJO

delantero de aspe

Disputar 13 finales y conseguir 8 txapelas en las 22 competiciones disputadas hacen que cada éxito de Martínez de Irujo parezca parte de una rutina. Sin embargo, el delantero de Ibero destaca el esfuerzo que esconde cada triunfo y reivindica que, con la calidad y cantidad de rivales de hoy en día, «cada año cuesta más ganar cualquier txapela», por mucho que los números parezcan decir lo contrario.

«Otro, con las penurias que ha tenido Abel, no hubiera salido adelante»

Los días previos a un gran acontecimiento suelen ser bastante ajetreados, pero Juan Martínez de Irujo trata de mantener su rutina habitual, aunque ésta cambió el 20 de mayo con el nacimiento de Arhane, su primera hija, que acaparó todas las portadas de su cuarta txapela manomanista.

¿Esperaba que Abel Barriola iba a llegar a recuperarse tan bien tras todo lo que ha pasado?

Cuando se lesionó y luego también con las dificultades que tuvo, sabíamos que iba a salir adelante por lo metódico y cabezón que es. Si se le mete una cosa la intenta cumplir. Con las penurias que ha tenido Abel, quizá otro no salía. Lo de Abel me parece de mucho mérito y es muy bueno para la pelota. El domingo me voy a encontrar a uno de los Abel más fuerte de la historia. Voy a tener que jugar mucho si le quiero ganar la txapela.

De los cuatro pelotaris de la liguilla es el más diferente de todos, ya que utiliza un juego más clásico a bote...

Es el más cómodo pero el más complicado que hay para jugar en la jaula. No tiene un juego tan rápido como los otros cuando juega al aire pero le da mucha velocidad a la pelota a bote, y sobre todo tiene un gran saque. Lo que hay que intentar es llevar la voz cantante, intentar dominar y no dejarle hacer su juego.

¿Tiene alguna rutina en estos días previos a la final?

Estar con la familia, mañana -por hoy- venir a la elección y a la tarde al masajista. El viernes iré un poquito a entrenar, luego a echar la partida con los amigos y a casa. Intentas estar con los amigos y con la familia sin ir a bares y sin ir a sitios donde hay mucha gente porque te vuelven loco. Aislarte un poco. El sábado me iré a correr un poco, a pasear por ahí yo solo escuchando música.

¿Arhane le ha cambiado mucho su forma de vida?

Bueno, duermo menos que antes pero si pones la balanza se va para un lado descaradamente. La verdad es que estamos más tranquilos los dos y muy contentos. Yo creo que soy buen aita, me apaño bastante bien y la verdad es que ni me aburro ni me agobio con ella, todo lo contrario. Jon ORMAZABAL

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