Una explosión acabó ayer con la vida de un trabajador de 52 años que responde a las iniciales M.V. e hirió de gravedad a otros dos en las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) en Eskoriatza, en el tercer accidente mortal que se produce en los trabajos de esta infraestructura.

Según informó la empresa para la que trabajaba, Legutiano UTE, el fallecido se encontraba manejando material explosivo que estalló por causas que se desconocen. Según fuentes del Gobierno de Lakua citadas por Efe, se trató del estallido incontrolado de material explosivo sobrante -Goma 2- de las voladuras efectuadas en la zona del barrio Marin, de Eskoriatza.

Según la empresa, el suceso se produjo a las 13.30, y causó además heridas graves a otro trabajador búlgaro, D.Y.D., de 45 años, como consecuencia de la onda expansiva. El herido fue trasladado por una ambulancia medicalizada al hospital de Txagorritxu de Gasteiz. Sufre quemadu- ras en el 15% de su cuerpo, tiene los tímpanos rotos y también padece afecciones en los ojos, según Osakidetza.

Ingresada en el hospital de Arrasate, con los tímpanos rotos y con varias erosiones y heridas, se encuentra en observación S.G.B., una mujer de 34 años, vigilante en las obras.

Al lugar se desplazaron los servicios médicos que certificaron la muerte del trabajador, así como técnicos de Osalan y de la Inspección de Trabajo, al igual que especialistas de la Unidad de Explosivos de la Ertzaintza, para investigar las circunstancias del siniestro.

Legutiano UTE informó de que ha iniciado una investigación interna para averiguar las causas del accidente. El lugar del suceso se encuentra en el tramo Legutiano-Eskoriatza II, que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias Adif adjudicó a Ferrovial-Agromán en diciembre de 2006 por un importe de 65,6 millones de euros. Se trata de un tramo de 2,4 kilómetros de longitud, que incluye la parte final del túnel de Albertia.

El tercer accidente mortal ocurrido en las obras del TAV reúne de nuevo las circunstancias de un trabajador inmigrante, una obra pública y un proyecto socialmente cuestionado.

Otros dos accidentes

El anterior accidente mortal en las obras del TAV se produjo el pasado 11 de agosto, cuando un trabajador portugués de 49 años falleció electrocutado tras chocar la pala excavadora que manejaba con unos cables de alta tensión en Durana. A pocos kilómetros de esta localidad alavesa, en julio de 2008, murió en Luku un empleado rumano de 51 años aplastado por la cimbra de un encofrado.

ELA denunció el accidente, sobre todo por la responsabilidad del Gobierno de Lakua, así como por el ocultismo sobre salud laboral, ya que recordó que la empresa Eusko Trenbide Sareak, que gestiona la construcción del TAV, niega el acceso a las obras para valorar las condiciones laborales. LAB, que indicó que ya han fallecido 76 personas este año en su puesto de trabajo, también denunció que la Administración actúe «con las mismas recetas neoliberales» que la patronal y acelere unas «obras faraónicas» que destruyen el medio ambiente para hacer más en el menor tiempo posible, a costa de la salud de los trabajadores. CCOO denunció el escaso interés de las instituciones en salud laboral. Tanto Aralar como Ezker Batua exigieron a las instituciones que pongan en marcha una investigación.