La Fiscalía General de Afganistán pidió al Tribunal Supremo que anule los resultados de las controvertidas elecciones legislativas de setiembre, en lo que es un nuevo episodio del pulso que le enfrenta a las autoridades electorales, anunció ayer uno de sus miembros.

La Comisión Electoral Independiente (CIE), encargada de supervisar el proceso electoral con la Comisión Electoral de Quejas (ECC), reaccionó señalando que la demanda de la Fiscalía era ilegal.

Hafizullah Hafiz, responsable de la comisión de investigación sobre las elecciones de la Fiscalía, indicó a France Presse que los resultados de los comicios eran tan fraudulentos que tenían que ser anulados.

«Hemos pedido oficialmente al Tribunal Especial Anticorrupción del Tribunal Supremo que anule los resultados de las legislativas y que ordene un nuevo recuento de votos por parte de una comisión imparcial y representantes de los candidatos», declaró.

Ahora corresponde al Tribunal Supremo aceptar o rechazar esta demanda de la Fiscalía, dirigida por una persona próxima al presidente Hamid Karzai, con el riesgo de alimentar la confusión en la escena política afgana, cuando está previsto que la nueva legislatura comience este invierno.

La Asamblea Nacional (Wolesi Jirga, 249 escaños) tiene poca influencia en el país, ya que los poderes esenciales están concentrados en las manos del presidente Karzai, instalado al frente del Estado a finales de 2001 por la coalición militar occidental que derrocó a los talibanes.

Karzai, que fue reelegido en agosto de 2009 en unas elecciones presidenciales plagadas de denuncias de fraude masivo, se ha mostrado esquivo a la hora de apoyar los resultados anunciados por la CEI y la ECC, pero ha instado a los candidatos derrotados a presentar quejas.

Su principal rival, Abdullah Abdullah, acusó a la Justicia de querer modificar los resultados de las legislativas en beneficio de los partidarios del presidente, mediante la actuación de la Fiscalía General.