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ELA y LAB se movilizan en el sector de la sanidad pública contra los recortes

La falta de voluntad negociadora del Departamento de Sanidad del Gobierno de Lakua y la imposición de recortes llevan a ELA y LAB a movilizarse en el sector público sanitario para exigir «una negociación colectiva real» y la puesta en marcha de diez medidas para dotar de estabilidad a la plantilla y garantizar unas condiciones de trabajo dignas. Rechazan las privatizaciones y sostienen que se debe terminar con la creciente utilización de la temporalidad en el sector.

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Juanjo BASTERRA |

Los sindicatos ELA y LAB han convocado para mañana una jornada de movilizaciones en los hospitales de Cruces, Donostia y Santiago, para reivindicar «una sanidad pública de calidad, universal y gratuita», así como para exigir la apertura de «una mesa de negociación real» en Osakidetza, como explicaron ayer en Bilbo Mirari Irure, de ELA, y Begoña Tabera, de LAB.

Ambas centrales consideran que el Gobierno de Patxi López ha rebasado la paciencia del sector sanitario. «Tras un proceso de huelga prolongado el acuerdo de trabajo de Osakidetza se firmó en minoría. A pesar de lo insuficiente del acuerdo ha sido incumplido sistemáticamente por el anterior Gobierno y se sigue incumpliendo por el actual», explicó la representante de ELA, quien añadió que «los sindicatos firmantes -SME, Satse y CCOO-, no han organizado respuesta alguna contra los incumplimientos».

Tras estas decisiones, a juicio de ELA y LAB, se ha perjudicado más a los trabajadores de la Sanidad pública, por lo que ambas centrales han llegado a un acuerdo de mínimos para reivindicar diez actuaciones para garantizar «una sanidad pública de calidad, universal y gratuita».

Condiciones dignas

Begoña Tabera, responsable de LAB en Osakidetza, señaló que es necesario que «se incremente el gasto sanitario a medida de los países de la OCDE» y que aumenten los recursos materiales y humanos «a las necesidades existentes, lo que redundará en la mejora de la calidad asistencial y en que existan carga de trabajo equilibradas».

En este sentido, Mirari Irure, de ELA, añadió que es necesario «dotar de estabilidad a la plantilla, dado que un 27% se encuentra en condiciones de temporalidad». A su juicio, «se debe poner fin a la política de contratación basada en la temporalidad injustificada y reconocer todos los puestos estructurales». Para ello, las representantes de ELA y LAB exigieron «garantizar unas condiciones de trabajo dignas».

También reclamaron «un plan de normalización del euskera que garantice realmente la atención bilingüe» y recordaron que se debe terminar con el proceso privatizador del sector público, para lo que entendieron que «se debe revisar la legalidad de las sociedades privatizadas en la actualidad».

Irure recordó, por otro lado, que se deben «reducir radicalmente las derivaciones a la sanidad privada a través de la inversión en recursos propios». Lo mismo que explicó Begoña Tabera con el proceso de autoconcertación, al sostener que «se debe limitar su uso a través de la adecuada dotación de plantilla y el establecimiento de mecanismos de control para minimizar el recurso de los profesionales a las horas extraordinarias». A la vez, ELA y LAB reclaman en este decálogo de medidas que «no se lleven a efecto cierres de hospitales, ni centros de salud, ni camas, porque todo cierre se paga con una merma de calidad asistencial».

Por último, ambas sindicalistas rechazaron «el copago, porque incrementa las desigualdades de la salud ya existentes».

«Los recortes generarán peor calidad asistencial», dijeron

ELA y LAB pusieron ayer sobre la mesa que la política presupuestaria del Departamento de Sanidad, que preside Rafael Bengoa, se basa en «la contención del gasto» y recordaron que ese hecho provocará «una merma en la calidad asistencial». Mirari Irure y Begoña Tabera recordaron que «el presupuesto de Sanidad se recorta en 260 millones y en los salarios de los trabajadores se redujo, siguiendo las pautas del Gobierno de Madrid, en un 5% la masa salarial para 2010 en 8 de las 14 pagas y para el 2011 lo harán en la totalidad de las pagas». Pero, además, estas organizaciones sindicales sostienen que todos los planes que se están llevando a cabo «conllevan un elemento común: en todos se decide el cierre. En la atención especializada en Araba, el cierre de un hospital; en la red de salud mental de Bizkaia, la merma de camas; y, en la reordenación de la atención sanitaria los fines de semana, el cierre de centros de salud los fines de semana».

A juicio de ambas responsables sindicales «estas actuaciones se han adoptado sin debate social ni sindical previo» y recordaron que «recortan plantillas mediante la amortización de plazas y la aplacación de una instrucción que suspende los contratos de sustitución».

Además, ELA y LAB criticaron que «ante esta situación caótica y con un conflicto abierto en los centros de atención continuada (PAC) en Osakidetza, en este momento no tenemos interlocución, ya que el director de Recursos Humanos, Esteban Ruiz, ya no está en su cargo». De esta manera, denunciaron que los responsables de Osakidetza «no quieren negociar nada». J. B.

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