Marta Domínguez, presuntamente implicada en la trama de dopaje investigada en la Operación Galgo, niega que en el registro practicado el jueves por agentes de la Guardia Civil en su casa de Palencia encontraran sustancias prohibidas.

La campeona del mundo y subcampeona de Europa de 3.000 metros obstáculos, una de las 14 personas relacionadas con la trama que ha convulsionado el atletismo español, respondió a un cuestionario que le envió Efe. «Quiero desmentir rotundamente que en mi casa se haya encontrado alguna sustancia prohibida. Cuando la Guardia Civil solicitó entrar en mi casa para registrarla, en todo momento mostré mi colaboración. Durante más de cuatro horas, varios guardias civiles estuvieron registrando mi domicilio y no encontraron ningún rastro de tratamientos dopantes. Todas las noticias aparecidas en la prensa en sentido contrario son radicalmente falsas».

Domínguez, además, lamenta el daño que está sufriendo su imagen y niega que haya traficado con sustancias dopantes. «Por supuesto que nunca he traficado con sustancias dopantes. No se puede dañar mi imagen y mi honor arrojando esas infundadas acusaciones sobre mí. Hasta este momento nadie me ha dicho qué pruebas tienen contra mí; es más, después de ocho meses de investigaciones, el jueves por la mañana la Guardia Civil me informó de que yo era simplemente un testigo en ese procedimiento, ¿quién y por qué se decidió que dejaba de ser testigo para ser acusada de un delito, si en mi casa no había ninguna sustancia prohibida? ».

Domínguez afirma que está deseando poder declarar ante la juez que lleva el caso «para que analice todo el caso fríamente» y explica que no sale de casa porque necesita guardar cinco días de reposo absoluto tras unas pruebas que le hicieron el viernes por su embarazo.

El presidente, «víctima»

Horas antes de que la agencia española difundiera las primeras declaraciones de la palentina tras estallar el escándalo, comparecía en una rueda de prensa muy concurrida José María Odriozola. El eterno presidente de la Federación Española se declaró «víctima» de la trama y aseguró que no tiene ninguna intención de dimitir porque sería «de cobardes abandonar ahora el barco». Tras ganar las seis veces en las que ha optado, suma 21 años en el cargo y no tiene intención de dejarlo. Tampoco la vicepresidencia del Comité Olímpico Español (COE) en donde es el miembro más antiguo de la Ejecutiva.

Odriozola se defendió aludiendo a que ha cumplido sus obligaciones de presidente y no podía imaginar que algunas personas faltaran a su confianza. «Lucho contra el dopaje desde hace más de 30 años públicamente, polemizando en muchos casos con el doctor Eufemiano Fuentes, y ahí están las hemerotecas de los años ochenta», afirmó. El hombre que nombró a Domínguez vicepresidenta, cargo del que fue suspendia el viernes, dijo que la palentina podría perder algo más al estilo de Marion Jones, medallas y marcas «si se demuestra fehacientemente, o lo confiesa, que se ha dopado a partir de una determinada fecha».

Odriozola prefirió pecar de ingenuo que asumir responsabilidades: «Parece que aquí había mucha gente que lo sabía todo durante años y nadie absolutamente me ha dicho nada». También negó cualquier relación del marchador Paquillo Fernández, al que se ha acusado de colaborar para reducir su sanción: «Paquillo no tiene nada que ver. La Operación se ha iniciado por la denuncia de una persona en un Juzgado y desde hace seis meses se ha puesto en marcha la Guardia Civil, a pinchar teléfonos y a grabar vídeos».