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El Banco de alimentos de navarra se vacía cada vez más deprisa

«Hemos notado que el almacén se nos vacía con mucha más frecuencia que antes de la crisis». Así lo constata Carlos Almagro, presidente del Banco de Alimentos de Navarra, una entidad sin ánimo de lucro que este año repartirá alrededor de 2,3 millones de kilos de comida entre aproximadamente 32.000 personas.

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Iñaki VIGOR

El Banco de Alimentos de Navarra, al igual que otros organismos de este tipo, se encarga de repartir comida, de forma gratuita, a las instituciones que la van pidiendo para atender a las personas más necesitadas. En los últimos años, la crisis económica está teniendo un claro reflejo en la actividad de este Banco y, de hecho, cada vez son más las instituciones y asociaciones de carácter benéfico, sobre todo parroquias, que demandan alimentos para repartirlos entre las personas que apenas tienen recursos para sobrevivir.

«Nosotros hacemos repartos mensuales de alimentos, y estamos viendo un aumento continuo de las cantidades que repartimos. Eso significa que está subiendo el número de personas que pide alimentos», explica Carlos Almagro, presidente del Banco de Alimentos de Navarra desde el año 2003, si bien lleva trabajando de forma desinteresada en esta entidad desde su nacimiento, hace ya tres lustros.

El pasado año, por estas mismas fechas prenavideñas, ya notaron un incremento «muy fuerte» en la demanda, pero a lo largo de 2010 ese incremento ha sido paulatino y constante, no en fechas puntuales. «Estamos notando que el stock del almacén baja y tenemos que movilizarnos un poco más para llenarlo», comenta.

Esta mayor demanda de alimentos ha coincidido, además, con una disminución de los recursos concedidos a Nafarroa dentro del plan europeo de ayuda a las personas más necesitadas. Este programa de la UE se creó en 1986 tras una ola de frío que afectó a gran parte del continente, pero desde entonces se ha incrementado el número de países miembros y, consecuentemente, también la demanda de ayuda, con el consiguiente reajuste de asignaciones.

Más demanda y menos ayuda

En este reajuste, Nafarroa ha salido perjudicada. Así, para este último año se asignaron al Estado español 52,6 millones de euros (el 11% del conjunto de la UE), de los que a Nafarroa le correspondieron, según el reparto realizado por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), el 1,37% de esa cantidad.

Los datos comparativos entre estos dos últimos años resultan significativos. En concreto, en 2009 se repartieron 928.117 kilos a unas 25.000 personas de este herrialde, por un valor total de 1,17 millones de euros, mientras que para 2010 estaba previsto repartir 881.174 kilos a cerca de 32.000 beneficiarios, por un valor total de 670.000 euros. Es decir, este año hay en Nafarroa unas 7.000 personas más que piden alimentos básicos en comparación con el año pasado, pero se cuenta con 500.000 euros menos de subvención y 146.943 kilos menos de alimentos para repartir.

La aplicación de los nuevos criterios (tasa de desempleo e índice de pobreza, principalmente) hará que en 2011 Nafarroa reciba todavía menos cantidades de este fondo europeo a través del FEGA, mientras que otras comunidades saldrán beneficiadas.

2,3 millones de kilos

El Banco de Alimentos de Navarra se nutre también de las aportaciones que realizan muchas empresas ubicadas en este herrialde. En la actualidad hay unas 80 firmas, distribuidores e hipermercados que colaboran de forma habitual y otras muchas que lo hacen de forma más puntual. «Nosotros vamos a esas empresas y les solicitamos que nos den los excedentes de sus productos, es decir, lo que no van a vender o lo que, previsiblemente, se les va a quedar caducado. A pesar de que están recortando mucho sus producciones, debido a la crisis, la verdad es que las empresas agroalimentarias se están portando muy bien con nosotros», reconoce Carlos Almagro.

De hecho, en el tercer trimestre de este año el Banco de Alimentos de Navarra ya había recibido más de 1,1 millones de kilos de las empresas colaboradoras y se estima que en el último trimestre se recogerán otros 300.000-400.000 kilos, lo que supone en torno al millón y medio de kilos a lo largo de este año. Si a ello se añade la ayuda procedente de la Unión Europea, la cantidad total de alimentos recibidos y repartidos rondará los 2,3 millones de kilos.

Los productos más donados por las empresas navarras son las verduras en conserva, cuyos excedentes se intercambian con los bancos de alimentos de otras regiones para que la dieta de las personas beneficiarias sea lo más variada posible. Este trueque lo realiza de forma gratuita una empresa transportista. Los productos que más llegan aquí desde otros bancos de alimentos suelen ser bollería y derivados lácteos, salvo yogures, de los que se está bien abastecidos por las empresas ubicadas en el herrialde.

De esta forma, en Nafarroa se distribuyen, principalmente, productos lácteos como queso y leche UHT; derivados del cereal, como pasta alimenticia (macarrones, espaguetis y fideos), galletas, harina y cacao soluble; además de arroz, azúcar y alimentos destinados a la población infantil, como papillas de cereales y leche de continuación.

Las aportaciones que recibe el Banco de Alimentos se guardan en dos grandes almacenes ubicados en Iruñea y Tutera -este último cedido por el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno navarro para facilitar la distribución en las localidades de Erribera-. Este mismo departamento también aportó el pasado mes de mayo un total de 21.100 euros para cubrir los gastos derivados de la actividad del Banco en el conjunto de Nafarroa.

«Los alimentos que recibimos también están en función de nuestra capacidad de almacenamiento. Ahora mismo, nosotros no podríamos estar recibiendo el doble de productos, por ejemplo, porque no tenemos espacio suficiente. Estamos bastante bien equilibrados, pero eso no quiere decir -precisa Almagro- que estemos satisfechos con lo que estamos dando. Nuestra preocupación es diversificar más la ración de los alimentos que repartimos».

Con este objetivo, el pasado mes de noviembre los voluntarios del Banco de Alimentos estuvieron haciendo recogidas diarias por las tiendas, lo que les aporta una mayor variedad de productos.

La distribución de estos alimentos no se realiza directamente a las personas necesitadas, sino que les llegan a través de las entidades de carácter benéfico que trabajan día a día en este ámbito.

Se entregan a 166 asociaciones

A la hora de realizar el reparto, el criterio principal es dar prioridad los grupos familiares con niños y/o ancianos a su cargo, las familias monoparentales, los discapacitados físicos, síquicos o sensoriales, las personas incapacitadas para el trabajo o afectadas por toxicomanías o VIH, los menores en situación de desamparo, las mujeres víctimas de la violencia machista, las minorías étnicas, inmigrantes, refugiados, asilados, ex reclusos y ancianos perceptores de las pensiones más bajas.

Hoy en día son 166 las asociaciones que realizan este reparto de alimentos. Se trata en su gran mayoría de parroquias, pero también se encuentra Cáritas, centros de acogidas a personas sin recursos, colegios y órdenes religiosas, servicios sociales de base, monasterios, residencias para la tercera edad, organizaciones de voluntariado, asociaciones de inmigrantes, etcétera.

El Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente realiza controles periódicos para verificar que el reparto de alimentos, tanto los procedentes del fondo europeo como los recogidos en Nafarroa, se realiza conforme a los criterios establecidos, así como para certificar que todos llegan hasta los destinatarios finales.

 
Funciona gracias al trabajo de un centenar de personas voluntarias

El Banco de Alimentos de Navarra es una fundación benéfica de carácter social, independiente, laica y sin ánimo de lucro. Salvo dos personas asalariadas que realizan labores de índole administrativa, funciona en el día a día gracias al trabajo de un centenar de voluntarios en tareas y horarios acordes a sus deseos y posibilidades.

Entre los voluntarios figuran conductores de camionetas, operarios de almacén, preparadores de pedidos y gestores de áreas, que reciben una formación interna para garantizar que todos los productos son tratados conforme a la legislación vigente.

Teniendo en cuenta que, cuando se creó hace quince años, tan sólo había cuatro o cinco voluntarios en este Banco de Alimentos -como recuerda su presidente, Carlos Almagro-, la evolución de su actividad ha ido en constante aumento.

Todos los alimentos que se reciben en los dos almacenes que esta fundación tiene en Iruñea y Tutera proceden de fabricantes, distribuidores y establecimientos comerciales, así como de las campañas «kilo» organizadas por el propio Banco y de las aportaciones que le corresponden a Nafarroa del fondo europeo.

Una vez ordenados y clasificados en estos almacenes, los diversos alimentos se agrupan en lotes equilibrados. Durante las primeras horas se preparan informáticamente los pedidos que se han recibido, mediante cita previa, para cada jornada, y al final de la misma, o al día siguiente, se realiza el reparto a las entidades o asociaciones benéficas que acuden al almacén a recoger los alimentos solicitados.

El Banco de Alimentos de Navarra tiene entre sus principales lemas la «transparencia y la lealtad».

APORTACIONES

Fabricantes, distribuidores y establecimientos comerciales de Nafarroa aportarán este año 1,5 millones de kilos de alimentos, a los que hay que añadir los 881.174 procedentes del fondo de la UE.

7.000

personas

más han solicitado alimentos básicos este año en comparación con 2009, pero el reparto de los fondos de la UE ha dejado 147.000 kilos menos.

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