CRíTICA cine
«Todas las canciones hablan de mí» La vieja ola
Mikel INSAUSTI
La crítica no suele recibir bien a los debutantes que rechazan de entrada la innovación o el interés por estar al día, aunque su ejercicio de cinefilia nostálgica suponga una actitud creativa a contracorriente. La ópera prima de Jonás Trueba rinde tributo a la nouvelle vague, y en particular a las películas de Truffaut y Rohmer sobre el amor vivido por los veinteañeros. Un planteamiento que implica inevitablemente un claro desfase generacional, a la vez que permite especular a propósito de la influencia que el cineasta novel haya podido recibir directamente de su padre Fernando y de su tío David. Ni qué decir tiene que el protagonista no es como otros chicos actuales, diferencia justificada argumentalmente por su condición de filólogo y poeta aficionado que trabaja en una librería familiar de antiguo. Esto le convierte en uno de los últimos románticos que envían cartas de amor manuscritas, cuando la costumbre de escribir en el papel ya no se estila. El paisaje urbano que frecuenta va asimismo en consonancia con su forma de ser melancólica, paseándose por las calles adoquinadas, pisos de techos altos y viejos cafés del Madrid de los Austrias.
Los diálogos manejados por el estelar Oriol Vila y el resto del reparto remiten al concepto clásico de la tertulia, porque de lo que se habla es de libros y de canciones. Entre los muchos autores literarios citados sobresale Pessoa, ya que el poeta es invocado para cuestionar la hipotética cursilería achacada a quienes todavía mantienen relaciones epistolares con la persona amada. Pero los gustos heredados siempre son un peligro, y así, este joven identificado culturalmente con lo retro presta demasiada atención a las ridículas letras de Franco Battiato al escuchar “La estación de los amores”.
A Jonás Trueba le falta tomarse menos en serio a sus mayores, de los que no ha heredado el sentido del humor de «la movida», si bien ha descubierto en el peculiar e involuntariamente divertido Bruno Bergonzini al nuevo Óscar Ladoire.
