Criminalización de la información
Assange seguirá en prisión a la espera de una decisión sobre el recurso sueco
Las autoridades suecas presentaron un recurso contra la libertad bajo fianza decretada en la vista de ayer por un juez británico en el caso del fundador de Wikileaks, Julian Assange, perseguido en el país nórdico por supuestos delitos sexuales. Por este motivo, el periodista australiano, azote del todopoderoso Pentágono deberá permanecer al menos 48 horas más en la prisión de Wandsworth, plazo que tiene la corte para tomar una decisión sobre la apelación.
GARA | LONDRES
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, seguirá en prisión debido a un recurso presentado por los abogados que representan a Suecia en su proceso de extradición contra la decisión de un juez británico de liberar al australiano con condiciones.
La abogada que representa al Estado sueco, que reclama a Assange por un presunto caso de delitos sexuales, Gemma Lindfield, anunció a última hora de la tarde al juez de primera instancia de Westminster su intención de presentar un recurso que debe ser examinado por Tribunal Superior de Londres en un plazo de 48 horas. Assange permanecerá en prisión al menos hasta que los magistrados tomen una decisión en torno a esta apelación.
En declaraciones hechas a la prensa que se agolpaba a las puertas de la Corte de Magistrados de Westminster londinense, el abogado defensor de Assange, Mark Stephens, censuró que las autoridades suecas no optaran por acatar la decisión judicial y aseguró que éstas «no repararán en gastos» para mantener a su cliente en la cárcel, como parte de lo que calificó de «juicio espectáculo».
Previamente, el juez Howard Liddle, que tramita el proceso de extradición del periodista y matemático de origen australiano a Suecia, había concedido a Assange la libertad tras el pago de una fianza de 240.000 libras (282.720 euros), de las cuales 200.000 debían depositarse en efectivo ante el tribunal.
Dificultades añadidas
En su alocución, Stephens indicó que su cliente no podría ser liberado hasta que no consiguiera reunir el monto fijado por el tribunal, lo que, según explicó, no es tan fácil, ya que no se podía pagar con cheque y su cliente no tiene acceso a Visa o Mastercard.
En la vista celebrada por la tarde, estuvieron presentes el periodista de investigación John Pilger, el cineasta Ken Loach, y la antigua compañera sentimental del actor Hugh Grant la multimillonaria Jemima Khan, quienes se ofrecieron a pagar la fianza del australiano. El letrado defensor añadió a esta lista los nombres del director de cine estadounidense Michael Moore -cuyo aporte, según dijo a través de su web, es de 20.000 dólares- y el del escritor Hanif Kureishi. Esto no significa, sin embargo, que cuente ya con la suma en efectivo que Assange debe depositar ante la corte.
«Hasta que no reunamos ese dinero, tendremos a un hombre inocente en prisión», apostilló Stephens, quien además criticó duramente las condiciones «dickensianas» y «orwellianas» del encarcelamiento de su cliente.
Horas antes, había contado que Assange «no tiene ningún acceso a ningún equipo electrónico, no tiene acceso al mundo exterior, no tiene acceso a los medios» de comunicación en la prisión de Wandsworth, donde está retenido y aislado. Además tampoco puede recibir la correspondencia que le envían.
Según Stephens, «la revista «Time» le envió su última edición con un cumplido. La prisión destruyó toda la revista».
La publicación estadounidense trae en su última portada una foto de Assange con una imagen de las estrellas estadounidenses y él amordazado con tiras de la bandera de EEUU, agregó..
Stephens dijo que su cliente está sometido a una estrecha vigilancia en su celda con una cámara infrarroja.
Además de la citada fianza, el juez Howard Liddle había impuesto más condiciones a la libertad del informático australiano de 39 años: portar un brazalete electrónico de control, respetar un toque de queda, entregar su pasaporte a la Policía, así como permanecer en un domicilio de Suffolk (este del país) que había puesto a su disposición un amigo suyo hasta su siguiente comparecencia ante la corte, prevista para el próximo 11 de enero.
Stephens había afirmado que su defendido estaba «muy satisfecho» con ese dictamen, y había expresado su «confianza en la justicia británica».
La semana pasada, el mismo juez Liddle se la había denegado al aceptar los argumentos de la acusación de que había riesgo de incumplimiento.
Assange es reclamado por la Fiscalía sueca por supuestos delitos de agresión sexual contra dos mujeres cometidos el pasado agosto en ese país, cargos que él niega y a los que atribuye una motivación política.
«Sigo inamovible»
Horas antes de su comparecencia, Assange dijo a su madre desde su celda que está decidido a continuar con su labor de publicar los documentos secretos de Estados Unidos.
La televisión australiana Network Seven pidió a Christine Assange que preguntase a su hijo si merecía la pena. «Mis condiciones siguen inamovibles. Sigo unido a los ideales que he expresado. Estas circunstancias no los han cambiado», declaró Assange, según el mensaje escrito de éste que proporcionó la madre y citó Europa Press.
«Si todavía cabe, este proceso ha aumentado mi determinación de que son verdad y correctos», añadió.
Assange también se mostró crítico con las empresas que impiden que se pueda financiar la web de Wikileaks. «Sabemos que Visa, Mastercard, PayPal y otros son instrumentos de la política exterior de Estados Unidos. No se trata de algo que supiéramos antes», explicó. «Pido al mundo que proteja mi trabajo y a mi gente de estos ataques ilegales e inmorales», agregó.
Un número sin calcular de activistas de la red lanzaron la «Operación Payback» para vengar a Wikileaks frente aquellos que habían podido obstruir sus operaciones. La semana pasada consiguieron colapsar las páginas web de Visa y MasterCard, al igual que la del Gobierno sueco. El mismo Gobierno británico dijo estar alerta ante los posibles ataques informáticos de los que podría ser objeto debido a la comparecencia de Assange.
Christine Assange explicó a su hijo todo el apoyo que estaba recibiendo. «Le dije cómo la gente de todo el mundo, en multitud de países se manifestaron con pancartas y gritando para pedir su libertad y justicia y se animó», declaró.
Además de decenas de periodistas, una multitud de simpatizantes se congregaron a las puertas del tribunal para mostrar su solidaridad a Assange.
El Gobierno chileno, encabezado entonces por Michelle Bachelet, pidió a Estados Unidos apoyo de «inteligencia» para investigar eventuales contactos entre grupos mapuches y ETA o las FARC colombianas, según un cable filtrado por Wikileaks y difundido ayer por medios chilenos.
El cable de la embajada de EEUU en Chile y fechado el 7 de febrero de 2008, relata un encuentro entre el ex ministro de Interior, Edmundo Pérez Yoma, que había asumido el cargo recientemente, y el entonces embajador estadounidense, Paul Simos, indicó la agencia Efe.
Según el documento, Pérez Yoma transmitió su preocupación al embajador por la evolución de la lucha de los mapuche para recuperar sus tierras ancestrales, así como por la posibilidad de que los indígenas recibieran dinero por parte de ETA o las FARC.
Por eso, Pérez Yoma solicitó ayuda para «seguir el dinero» que les pudiera llegar a los indígenas, a lo que la embajada respondió que ya trabajaba con la Policía chilena para seguir de cerca ese asunto.
Los sucesivos reportes enviados a Washington en 2008 y 2009 indican, sin embargo, que las pesquisas llevaron a la conclusión de que la comunidad mapuche es no violenta, y que «el problema ha sido magnificado por los medios».
Según los cables, los medios sostienen que existen lazos entre los mapuche y ETA o las FARC, aunque «no han proporcionado pruebas de ello», y «los expertos del Gobierno califican esos contactos de mero `turismo de guerrilla'». GARA
El cineasta estadounidense Michael Moore, que aportará 20.000 dólares para el pago de la fianza de Assange, ofreció a Wikileaks la asistencia de su página web, sus servidores, sus nombres de dominio y «todo» lo que pueda proporcionarle.
Una treintena de abogados de derechos humanos y profesores de derecho presentaron ayer un texto en el que expresaban su inquietud ante la posibilidad de que Assange sea entregado a EEUU, tanto desde Gran Bretaña como desde Suecia.
El ex embajador de Estados Unidos en el Estado español Eduardo Aguirre, expresó ayer su «disgusto» y su «pena» por «el daño ocasionado» en ambos lados del Atlántico por las filtraciones de Wikileaks, cuyo contenido, en el que es aludido, declinó comentar.
El Gobierno español apoyó desde el principio la propuesta de convertir Sahara en una autonomía dentro de Marruecos, según las comunicaciones entre las embajadas de EEUU en Madrid, Rabat y París desveladas por Wikileaks y publicadas por «El País».
En 2006, el entonces ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, llegó a proponer en un documento sin membrete, según ese diario, que se dejara de hablar de independencia y se apostara por «regionalización, autonomía y autogobierno», «una solución similar a la que España ha dado a Catalunya».
Finalmente, en febrero de 2007, cuando Marruecos presentó su propuesta de autonomía para los saharauis, Moratinos no se mostró satisfecho y pidió más generosidad, informó Efe. Las comunicaciones revelan asimismo que la diplomacia española consideraba que la posición aún más pro marroquí del Estado francés dificultaba una solución al conflicto.
Ante estas publicaciones, el representante del Frente Polisario en el Estado español, Bucharaya Beyun, afirmó que el pueblo saharaui se siente «muy decepcionado y molesto» por el doble discurso que Madrid ha esgrimido desde 2004, haciendo creer que defendía una solución justa y democrática para el conflicto saharaui, cuando lo que en realidad avalaba era el plan de «la autonomía y la ocupación» de Sahara Occidental, impulsada por la monarquía marroquí. GARA
El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, evitó ayer emitir ningún juicio sobre el fundador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange, al afirmar que «debe primar la presunción de inocencia» en el caso.
