El consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, se quejó ayer de la críticas recibidas por parte del movimiento feminista en torno a las medidas de protección a mujeres y las consideró de «descalificaciones poco oportunas». A su juicio, una nueva muerte «demuestra que a las administraciones públicas y a la sociedad nos queda mucho por hacer».

Las críticas de organizaciones feministas surgieron tras la muerte, el pasado 6 de diciembre, de la barakaldarra Cristina Estébanez. La joven murió a manos de su ex compañero sentimental, sobre el que pesaba una orden de alejamiento, la cual quebrantó. Las organizaciones se preguntan «por qué, sabiendo quién es el sujeto que amenaza, no se le pone el control policial a él, evitando así de raíz que pueda acercarse a la mujer acosada».

Ares apuntó que combatir la violencia de género es «una prioridad» y, en cuanto al servicio de escolta, precisó que «son las propias mujeres a las que se les ofrece ese mecanismo de protección, las que tienen que pactar y decidir con nosotros si consideran que esa protección tiene que asumirla o no». En ese sentido, pidió colaboración para «dar el máximo respaldo a estas mujeres».