Decenas de miles de personas participaron en las manifestaciones convocadas ayer por los sindicatos en toda Grecia, coincidiendo con una huelga general que consiguió paralizar el país contra las medidas de austeridad del Gobierno. En Atenas las protestas acabaron con cargas policiales en los que la Policía utilizó gases lacrimógenos y bombas de sonido para dispersar a la gente congregada delante del Parlamento, e incluso contra los transeúntes y personas que observaban los incidentes. «Ladrones. Ladrones. Devuelvan el dinero del pueblo», «No pagaremos. No pagaremos. Que sea la plutocracia la que pague», gritaban los manifestantes en dirección a los parlamentarios de la Cámara y en señal de ira contra las imposiciones de la UE y el FMI.