
Los golpes no cerrar�n la puerta de la soluci�n
Ocho ciudadanos vascos m�s detenidos e incomunicados; decenas de familiares y amigos angustiados por la suerte que sus allegados puedan estar viviendo en las comisar�as; euro�rdenes aceptadas contra militantes abertzales de Ipar Euskal Herria, con el precedente que instala para una ilegalizaci�n encubierta; y buena parte del pa�s pregunt�ndose comprensiblemente hasta cu�ndo esta din�mica de listas negras, razias contra j�venes abertzales e ilegalizaciones; si con que una parte no quiera no es suficiente para que la cosa termine, pregunt�ndose si habr� un final justo y pol�ticamente sostenible para un conflicto que genera tantas injusticias.
La previsibilidad y lo rutinario de los hechos no aten�a su gravedad. Que jueces condecorados y pensionados por el Ministerio de Interior espa�ol ordenen nuevas operaciones policiales o que la legislaci�n internacional se aplique a la carta contra el independentismo vasco retrata a los estados que trabajan, �sin excepci�n y sin descanso�, en un esquema a corto, de victoriosos y derrotados, con el objetivo de un independentismo fraccionado, aislado y fuera del sistema que justifique mejor su negadora pol�tica com�n. Pero ello no es sin�nimo de una posici�n fuerte y fuertemente persuasiva a ojos de la ciudadan�a vasca. Seguramente m�s tarde de lo deseable pero antes de lo que esperan quienes act�an as�, las puertas para las soluciones, hoy cerradas, terminar�n abri�ndose. �se es el reto colectivo que va a requerir visi�n de largo plazo, capacidad de respuesta bien articulada y con amplitud, y mucha serenidad estrat�gica para desplegar todo el potencial del Acuerdo de Gernika.
El an�lisis y el convencimiento del independentismo de izquierdas es claro y definitivo: hay que cambiar de tercio. �sa es la virtualidad de la decisi�n unilateral para salir de esta relaci�n viciada: depender de uno mismo. Y a pesar de todos los ataques y dificultades de los que el proceso no va a estar exento, todo indica que va a jugar esa carta con seguridad e inteligencia.