REUNIÓN DE JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO
La UE sale de la cumbre sin nuevas medidas contra la crisis de deuda
La cumbre de Bruselas concluyó ayer con la ratificación del acuerdo de reforma del Tratado de Lisboa para hacer permanente el fondo de rescate y con una declaración de apoyo al euro por parte de los mandatarios europeos, pero sin ninguna medida adicional respecto a las ya previstas antes del encuentro. El debate sobre la ampliación del fondo de rescate por encima de los 750.000 millones o la polémica abierta en torno a los eurobonos no se han cerrado.
GARA | BRUSELAS
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea concluyeron el último Consejo Europeo del año con un compromiso de hacer «todo lo que sea necesario» para defender la estabilidad del euro, pero sin acordar nuevas medidas para la crisis de deuda que afecta a la eurozona, especialmente a los países periféricos como Irlanda, Grecia, Portugal o el Estado español.
En su declaración final, los Veintisiete se comprometen a continuar con el rescate de Grecia e Irlanda, mantener las políticas de ajuste fiscal, acelerar las reformas estructurales, aprobar las nuevas sanciones para los países con déficit y desequilibrios excesivos antes de verano de 2011 y llevar a cabo nuevas pruebas de estrés en el sector financiero, medidas ya contempladas antes de la cumbre.
De este modo, por el momento no se aumenta la dotación del fondo de rescate de 750.000 millones de euros aprobado en mayo para asistir a los países con problemas para refinanciar su deuda, ni tampoco se flexibilizará su uso para comprar bonos o dar líneas de crédito preventivas, como defendía Zapate- ro. Tampoco se emitirán eurobonos, como ha propuesto Italia y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. Todas estas iniciativas han sido rechazadas por Alemania.
En cualquier caso, ninguna de estas soluciones se descarta definitivamente y se podrían poner en marcha más adelante si la crisis de deuda empeora.
La canciller alemana, Angela Merkel, no ha mostrado en esta cita una oposición tan radical a la posibilidad de flexibilizar el fondo de rescate actual. Al ser preguntada por esta cuestión en la rueda de prensa final, Merkel reiteró el compromiso de los mandatarios europeos para hacer «lo necesario» para la esta-bilidad económica y no quiso «especular sobre lo que será necesario en el futuro», según difundió Europa Press.
«Hay muchas ideas en el mercado de ideas. Algunas son muy interesantes y otras menos. Pero hay que evitar efectos de anuncios que no vayan seguidos de resultados», sostuvo por su parte el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso. El político portugués defendió que antes de anunciar nuevas soluciones para la crisis de deuda de la eurozona hay que garantizar «no sólo que sean factibles técnicamente, sino también que generen consenso político». En la misma línea de dar por bueno lo poco aprobado, el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, señaló que en este momento «no se plantea el problema» de aumentar el fondo de rescate de 750.000 millones, puesto que sólo se ha utilizado un 4% en el salvamento de Irlanda. Pero insistió en que «si se planteara -esa necesidad-, haríamos lo que fuera necesario».
El debate de los eurobonos
Por otra parte, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, volvió a defender la emisión de eurobonos alegando que «podría parar la parte irracional del compartimiento de los mercados y la especulación». Juncker sostuvo que los eurobonos «no llevarían un tipo de interés unificado en toda la eurozona» puesto que sólo se fusionaría a nivel europeo una parte de la deuda pública y se mantendrían los incentivos para la disciplina fiscal. Juncker admitió lo evidente, que algunos líderes europeos -sobre todo Angela Merkel- «no quieren este instru- mento porque temen que la mutualización de la deuda lleve automáticamente a tipos de interés más altos en su país». A su juicio, esta interpretación no es correcta, porque se crearía un gran mercado de deuda que permitiría «más liquidez y tipos de interés incluso menores que en Alemania o en Países Bajos».
Sin embargo, la canciller alemana fue tajante una vez más al afirmar que «creo que no hay ninguna posibilidad de que llegue a buen puerto» la propuesta de los eurobonos.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que ya había acordado junto a Merkel una posición común para la cumbre, también se apartó de la propuesta de Juncker. «Decir que soy totalmente soberano y autónomo para recoger ingresos, pero mi deuda la transfiero al escalón superior... ¿Imaginan la incoherencia?», se preguntó, para después descalificar tal iniciativa y opinar que «ahora no tiene sentido» discutir sobre la armonización fiscal de Europa, donde se incluirían los eurobonos.
El fantasma de la suspensión de pagos y las escasas perspectivas de crecimiento dejaron ayer la deuda irlandesa al borde del «bono basura», después de caer cinco peldaños en la calificación de la agencia de medición de riesgos Moody's.
Las administraciones del Estado español aumentaron su deuda el 16,26% en un año, hasta los 611.198 millones registrados en el tercer trimestre, lo que equivale al 57,7% del PIB, según los datos actualizados ayer por el Banco de España.
El Congreso de EEUU aprobó ayer el plan de rebaja de impuestos que, tras pasar hace dos días el trámite en el Senado con 81 votos favorables frente a 19, sólo deberá ser sancionado por el presidente, Barack Obama, para convertirse en ley.
Gran Bretaña, Alemania y el Estado francés preparan una carta conjunta en la que reclaman que el presupuesto de la Unión Europea se mantenga congelado hasta 2020, en línea con las medidas de ajuste que están adoptando la mayoría de estados miembros para hacer frente a la crisis económica. El acuerdo podría perjudicar al Estado español, uno de los principales beneficiarios de los fondos comunitarios, y especialmente a Polonia y el resto de países del este.
«Queremos al menos una congelación en términos nominales del presupuesto para ese periodo», dijo ayer el primer ministro británico, David Cameron, promotor de la iniciativa, en rueda de prensa recogida por Europa Press al término del Consejo Europeo. Admitió que «no será fácil» lograrlo, sino que la negociación será «larga y dura».
La carta se publicará hoy y contará con la firma de otros líderes europeos, según anunció Cameron, que no quiso precisar su número ni su identidad. «En un momento en el que estamos aplicando recortes en nuestros propios países es inaceptable seguir gastando cada vez más y más en la UE», insistió.
Cameron calificó de «victoria del sentido común» el acuerdo para limitar el aumento del presupuesto de 2011 al 2,9%, en lugar del 6,18% que reclamaba la Eurocámara. Su objetivo para 2012 y 2013, últimos años del marco presupuestario actual, afirmó que es «hacerlo incluso mejor». La congelación total de las cuentas se aplicaría, en base a su propuesta, en las próximas perspectivas financieras para el periodo 2014-2020.
El primer ministro británico negó que haya alcanzado un acuerdo con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para mantener en el próximo marco presupuestario tanto los fondos para la política agrícola común (PAC), como quiere París, como el descuento del que se beneficia Londres en su contribución al presupuesto comunitario, el denominado «cheque británico». «No hay acuerdos. Yo voy a defender muy enérgicamente el cheque británico porque somos grandes contribuyentes netos a la UE y el cheque está justificado. Y obviamente siempre hemos tenido una posición muy clara sobre la reforma de la PAC», dijo Cameron.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, confirmó que respalda la iniciativa de Cameron. «Alemania apoya y apoyará esta posición», afirmó. Y recordó que Berlín siempre ha defendido que el presupuesto de la UE no sobrepase el 1% de su PIB.
El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, eludió por su parte valorar la iniciativa británica aunque le restó importancia señalando que se trata del «mito del eterno retorno» cuando se debaten las cuentas de la UE. GARA
Un informe publicado ayer por el Comité Europeo de Derechos Sociales del Consejo de Europa y difundido por la agencia de información Efe señala que el salario mínimo en el Estado español, establecido en 629 euros en 2009, no se ajusta a la Carta Social Europea, por ser «manifiestamente injusto» y «muy bajo». El artículo 4.1 de esa Carta reconoce «el derecho de los trabajadores a una remuneración suficiente que les proporcione a ellos y a sus familias un nivel de vida decoroso».
Ya en el informe publicado hace tres años, el Comité manifestó que el salario mínimo español «se situaba claramente por debajo del umbral del 60% del salario medio». Y en el informe de 2010 constata la falta de información recibida sobre los salario mínimo y medio.
Éste es uno de los siete incumplimientos cometidos por el Estado español, según los expertos, respecto a la Carta Social. Los miembros de este comité europeo también señalan que la ley autoriza una duración del trabajo semanal superior a las 60 horas, por lo que «sería posible trabajar 12 horas al día», hecho que tampoco es conforme con lo estipulado en la Carta.
Según el informe, la situación no ha cambiado desde 2007, cuando se señaló que el Estatuto de los Trabajadores permite que la duración del trabajo supere las nueve horas previstas por ley.
Además, se repite el incumplimiento de 2007 respecto al recurso de arbitraje del Gobierno para poner fin a una huelga, que ha sido impuesto, gracias al Real Decreto Ley de 1977, en circunstancias fuera de los límites fijados por el artículo 31 de la Carta. Ese artículo prohíbe las restricciones «salvo las establecidas por la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática para garantizar el respeto del derecho y las libertades de terceros o para proteger el orden público».
El Estado español incumple también el artículo 2.3, relativo al derecho a las vacaciones anuales pagadas, ya que «en caso de enfermedad o accidente ocurrido durante las vacaciones, los trabajadores no tienen derecho a recuperar los días perdidos».
El Comité lamenta, además, que la remuneración mayor por las horas suplementarias sólo alcance al 54,83% de los convenios colectivos, que afectan al 49,35% de los trabajadores. Las cifras son de 2007, pero no hay información sobre cambio alguno. El último incumplimiento se refiere al derecho sindical, ya que «no se ha probado que los representantes de los sindicatos menos representativos tengan acceso a los lugares de trabajo». GARA
Las negociaciones entre la UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur) para crear la mayor zona de libre comercio del mundo continúan avanzando y podrían concluir a mediados de 2011, anunció ayer el ministro brasileño de Exteriores, Celso Amorim.
