Duras condenas en París para represores de la dictadura chilena
Represores de la dictadura chilena de Augusto Pinochet fueron condenados -algunos de ellos a cadena perpetua- por la desaparición de cuatro ciudadanos franceses por un tribunal parisino. El fiscal destaca que la pena es indispensable para acabar con la impunidad.Sophie MARKS (AFP) |
La Justicia francesa condenó ayer a penas que van de quince años de prisión a cadena perpetua a exresponsables de la dictadura chilena y a un ciudadano argentino, en ausencia, por la desaparición de cuatro franceses bajo la dictadura de Augusto Pinochet. Las penas de cadena perpetua son para Juan Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda y Pedro Octavio Espinoza Bravo, antiguos responsables de la DINA, la Policía secreta de la dictadura chilena.
Penas de quince, veinte, veinticinco y treinta años de prisión correspondieron a otros once acusados, entre ellos un argentino, todos altos mandos militares chilenos, excepto un civil.
El veredicto fue recibido con aplausos en la sala, en la que estaban presentes numerosos padres y familiares de los cuatro desaparecidos.
El Tribunal de Apelación de París absolvió a uno de los catorce acusados, que han sido juzgados desde el 8 de diciembre.
Más que lo que pedía el fiscal
Estas condenas son superiores a las demandas formuladas ayer por la mañana por la Fiscalía, que no sobrepasaron los 20 años.
«Hay que recordar, este proceso es indispensable», insistió el fiscal general de París, François Falletti. «Es indispensable para las víctimas que han sufrido cruelmente, para sus allegados, para sus familiares. Es indispensable también porque lo que ha sucedido en Chile, este sentimiento de impunidad, de que todo está permitido cuando se está en el poder, no es algo exclusivo de Chile», añadió el fiscal.
A juicio de Falletti, este proceso tiene que mandar «un mensaje claro»: que los crímenes «dan lugar a procedimientos, más allá del tiempo que haya pasado, más allá de dónde se hayan producido».
Frente al fiscal, un banco vacío, ya que los acusados, con edades entre los 61 y los 89 años, han sido juzgados en ausencia por los delitos de «detenciones, secuestros arbitrarios con tortura o actos de barbarie» y complicidad.
La ausencia de los acusados en la sala convierte el juicio en algo simbólico. Si abandonan Chile y son entregados al Estado francés, algo que parece muy improbable, tendrán que ser enjuiciados de nuevo.