La Policía española ha detenido a un vecino de Iruñea de 36 años, R.S.C., como presunto autor de la violación de una niña de 13 años. Los hechos fueron denunciados el pasado martes por parte de la responsable del centro de acogida de menores en el que reside la víctima, tras tener conocimiento de que una de las menores a su cargo había relatado a su tutora y a una educadora que había sido violada por un hombre de unos 40 años.

A tenor de la información hecha pública por la Jefatura Superior de la Policía española en Nafarroa, el suceso se produjo el 21 de octubre, cuando la víctima, que entonces tenía 13 años, pasaba unos días en el domicilio familiar de una amiga.

Según el testimonio de la menor, tras pasar la noche en la habitación de su amiga, la violación ocurrió por la mañana, cuando los otros miembros de la familia se habían dirigido a sus respectivos trabajos y centros de estudios.

La víctima no contó nada en ese momento «por vergüenza y por no hacer pasar un mal momento a su amiga». Sin embargo, lo sucedido llevó a la menor a un estado de depresión que desencadenó en un intento de sucidio.

La menor contó lo sucedido a la sicóloga y a su tutora, aunque en principio no quiso presentar denuncia. No obstante desde el centro se procedió de oficio. Una vez denunciados los hechos ante la Fiscalía de Menores, se puso en marcha el protocolo de actuación policial ante delitos sexuales y se procedió a la exploración de la menor, acompañada de una educadora social del centro.

Por otra parte, el Departamento de Interior de Lakua comunicó ayer que los dos detenidos como presuntos autores de la agresión sexual a una menor de 15 años en el barrio bilbaino de Errekalde, a la que además hirieron con un cúter, el 1 de diciembre, ingresaron en prisión en la madrugada de ayer.

Según las mismas fuentes, los presuntos agresores abordaron a la vícima en plena calle y tras inmovilizarla le efectuaron tocamientos de índole sexual, así como numerosos cortes en el torso y la espalda con la cuchilla de un cúter.

Los arrestos se produjeron el martes, a partir de las investigaciones de la Ertzaintza para su identificación. Los detenidos, con antecedentes delictivos, declararon ante el juez el jueves y posteriormente ingresaron en la cárcel de Martutene.

El alcalde de Bilbo, Iñaki Azkuna, felicitó ayer a la Ertzaintza y a la Policía Municipal por las detenciones y declaró que «si les tienen que mandar a su país de origen, no voy a llorar, porque no necesitamos indeseables».