Una mala primera fase ha condenado al Inter de Moratti a ser segundo de su grupo en la temporada en la que a los nerazzurri les tocaba defender el título. El primero año post Mourinho está resultando especialmente duro para una entidad que ve cómo no ha dado el rendimiento esperado en Europa por el momento y que su eterno rival encabeza la Serie A mientras el Inter apenas llega a las plazas UEFA. Así las cosas, el futuro de Rafa Benítez pende de una reacción que aún no acaba de llegar. Un hipotético cese de un técnico que ha demostrado sobradamente su valía supondría volver a los tiempos en los que la entidad azul y negra vivía instalada en la ansiedad constante. El proyecto se tiene que consolidar.

Una buena piedra de toque podría ser la eliminatoria ante el Bayern de Múnich. Los lombardos se hicieron con la última orejona tras vencer a los bávaros en Madrid. Dos goles de Diego Milito elevaron al cuadro que entonces dirigía Mourinho al cielo. En febrero, por el contrario, los alemanes partirán con la etiqueta de favoritos. La vuelta será en su campo y, además, parecen haber superado las turbulencias con las que comenzaron el curso. Lejos del sensacional Dortmund en la Bundesliga, en Europa apenas han cedido una derrota en el Olímpico de Roma. La ronda de octavos será una gran ocasión para tomarse cumplida venganza.

No sería la única, ya que el caprichoso y limitado sorteo de ayer en Nyon también quiso que se repitiesen varios de los enfrentamientos de la temporada pasada. El primero será el que mida las fuerzas de Real Madrid y Olympique de Lyon. El conjunto que dirige Jean Michel Aulas en los despachos es un auténtico rival maldito para los blancos. De hecho, no han conseguido ganar nunca en Gerland y en más de una ocasión se han llevado severos correctivos. La pasada campaña, un tanto de Pjanic eliminó a los blancos en octavos. Era la sexta edición consecutiva en la que los merengues no superaban dicha ronda. En la presente campaña, los hispanos están ofreciendo una buena imagen en Europa pero su temporada parece haber quedado mediatizada por el cinco a cero en el Camp Nou. El Lyon, por el contrario, no vive su mejor campaña pero Aulas mantiene su confianza en el entrenador Puel.

Dos de los equipos que proponen un fútbol más atractivo también se volverán a ver las caras. Son el Barcelona de Pep Guardiola y el Arsenal de Arsène Wenger. El año pasado ambos conjuntos se midieron en cuartos y los culés pasaron gracias a un recital de Messi con cuatro tantos en el encuentro de la capital catalana. Los números de los blaugranas son excelsos y asustan. El Arsenal perdió el liderato de la Premier el lunes ante el United pero sigue siendo una opción competitiva y que ha dado un salto cualitativo gracias a la recuperación del checo Rosicky y el nivel de Samir Nasri. El retorno de Cesc Fábregas al Camp Nou, donde únicamente ha jugado con la selección catalana, será otro de los focos de atención.

Por lo demás, señalar que Raúl volverá al Estado español en las filas del Schalke para medirse al Valencia de Unai Emery y Aritz Aduriz; que el Olympique de Marsella que dirige Didier Deschamps se enfrentará al United; el Chelsea intentará dejar en la cuneta al sorpresente Copenhague de Solbakken; o que Milan y Tottenham se jugarán su futuro europeo en uno de los choques más igualados de los octavos de final.