La reconversión del sector financiero español destruirá 20.000 empleos
La fuerte reconversión que se está produciendo en el sector financiero español, alentada y dirigida por el Banco de España, eliminará alrededor de 20.000 empleos en los próximos dos años, la gran mayoría por la vía de las prejubilaciones, cuando se plantea aumentar la edad en activo para el resto de trabajadores. Se privatizarán las cajas de ahorro, se alejarán del control democrático y se deslocalizarán las sedes.
Juanjo BASTERRA |
De 45 cajas de ahorro existentes en el Estado español hasta hace poco más de un año y medio, en la actualidad hay diecisiete, aunque dos vascas, Kutxa y Vital, están comprometidas, de nuevo, en un proceso de fusión junto a BBK, que se ha fortalecido con la absorción de Caja Sur. Cambiará el mapa de las cajas, a la vez que los cambios que se han fijado en la nueva Ley de Cajas de Ahorros eliminarán el control democrático actual y permitirán la entrada de capital privado. De hecho, en este proceso varias cajas han creado sus propios bancos, entre ellas BBK, y Caja de Ahorros Navarra (CAN) deslocalizará su centro neurálgico de Euskal Herria.
Estas fusiones y absorciones han generado ya un excedente laboral de casi 15.000 empleados, aunque los cálculos que maneja el Banco de España y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) indican que la reducción del empleo en el sector de las cajas estará próxima a los 20.000 puestos de trabajo. Para llevar adelante las indemnizaciones y acuerdos de jubilación anticipada, las entidades financieras cuentan con el apoyo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), porque la mayoría de esa destrucción de empleo se realiza mediante expedientes de regulación de empleo (ERE) con el apoyo del Gobierno español y con cargo a las arcas públicas.
Acumulación
El sector financiero -bancos, cajas de ahorros y cooperativas- ha logrado, según los datos del Banco de España, 8.851 millones de beneficio hasta setiembre, pero acumula más de mil millones en dotaciones a reservas. En los últimos cinco años, según el Banco de España, el sector financiero español logró un beneficio neto acumulado directo de 89.176 millones y más de 14.000 millones, para reservas.
Siete fusiones
Hasta la fecha se han producido siete fusiones, que han implicado a dieciséis cajas; cinco fusiones frías derivadas de procesos de Sistemas Institucionales de Protección (SIP), y una absorción, la de BBK de Caja Sur, aunque también entraría la de Cajastur de Caja Castilla-La Mancha (CCM), una entidad que pretendió el presidente de la caja vizcaina Mario Fernández. Cajastur se sumó, tras adjudicarse CCM, a lo que se llama en este momento Grupo Base. Por otro lado, BBK ya intentó hace cinco años la fusión con Kutxa, Vital. Fracasó, pero hace unos días se conoció que había iniciado un intento de fusión fría con Vital, dado que el Banco de España quería situar a la alavesa junto al grupo Caja3, que integra Caja Inmaculada, Caja Círculo y Caja de Badajoz. Al margen, por el momento de los procesos de integración, estarían Caixa Pollensa y Caixa Ontinyent.
Esta nueva reconversión laboral del sistema financiero se lleva adelante aprovechando la crisis en el sector y por las llamadas desde el Banco de España a crear grupos empresariales potentes. La mayoría de las salidas de empleo se realizan por la vía de las prejubilaciones, que no deja de ser una apuesta polémica debido a que precisamente es en este momento cuando se pretende alargar la edad laboral en activo de 65 a 67 años y, como ha explicado el Gobierno español, que preside José Luis Rodríguez Zapatero, eliminar los procesos de entrada en la jubilación por la vía anticipada.
Amplio goteo
De momento, se conoce que el Sistema Institucional de Protección (SIP) del Grupo Banca Cívica, que agrupa a Caja Navarra, Caja Sol, Caja Canarias, y Caja Burgos, destruirá 1.100 empleos y, además, deslocalizará la parte de control que mantenía en Iruñea. El SIP del Grupo Júpiter, que integra Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caja de Avila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja, destruirá más de 4.000 empleos. El Grupo Base, integrado por Cajastur, Caja Mediterráneo, Caja Cantabria y Caja Extremadura es otro SIP, que pretende eliminar a 2.300 empleados por la vía de la jubilación anticipadas.
La fusión de las cajas gallegas, Caixa Galicia y Caixa Nova, en lo que será Caja Breogán, destruirá 1.230 empleos, mientras que Caja Espiga, conformada por Caja España y Caja Duero, pretende reducir 4.700 empleos, de los que 850 se producirán ya este año. Mientras que la nueva Caixa Diada, formada por Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa, se desharán de otros 1.300 empleos.
Todavía quedan bastantes por presentar las reconversiones, una de ellas es la absorción de Caja Sur por BBK, a través de BBK Bank. En este caso, está previsto que desaparezcan 950 empleos. En el caso vasco, además, las tres cajas retomarán las negociaciones de fusión, lo que si se lleva a buen puerto en esta ocasión, sea a través de una fusión fría o de integración como se había previsto hace cinco años, la reestructuración será un hecho. En 2005, cuando Carlos Etxepare, Gregorio Rojo y Xabier Irala adelantaron los pasos de la fusión, que fracasó, en fuentes de las entidades se comentaba que el excedente laboral se acercaría al 20%, en torno al millar de empleados menos.
Desde 1987 a 2009 se han producido 78 fusiones de entidades del sistema financiero español. De ellas, 35 han sido de bancos, 25 de cajas de ahorros y 18 de cooperativas, según explica Cristina Bernad, en el informe sobre «Perspectivas del Sistema Financiero». Siempre se ha pretendido abordar cajas y bancos «grandes» con el fin de hacer frente a los movimientos del exterior.
Representantes de ELA, LAB, CCOO y UGT se manifestaron ayer en Bilbo para rechazar que Opencor, que pertenece a El Corte Inglés, abra todos los días del año durante 18 horas diarias. Las centrales sindicales rechazaron ayer esa práctica y pidieron que se dé marcha atrás y se respeten los acuerdos establecidos.
Hace año y medio había en el Estado español, al menos, 45 cajas de ahorro, pero en la actualidad no sobrepasan las 17 y, de éstas, algunas ya no tienen esa concepción de entidad de ahorro. Con la disculpa de la crisis se ha acelerado la reestructuración del sector financiero.
LAB ha denunciado el convenio estatal de Banca, que finaliza su vigencia el 31 de diciembre, y ha solicitado a la patronal bancaria AEB que «comunique a sus bancos asociados la intención de iniciar el próximo año las negociaciones del primer Convenio de Banca de Euskal Herria».
La central sindical pide a la patronal bancaria que no ponga trabas al establecimiento de un convenio propio, lo mismo que dirige esa petición a los sindicatos CCOO, UGT y CGT. «Es evidente que en este convenio se juegan muchas cosas importantes, desde el propio salario hasta nuestras condiciones laborales, como la jornada, los horarios, la salud laboral, entre otras demandas, y, por eso mismo, exigimos que se negocie en nuestro ámbito, más cercano y acorde con las necesidades reales de las plantillas y de este país».
Considera que «los trabajadores de banca no podemos permitir que nos continúen atracando año tras año, y que se aleje la negociación colectiva para convertirla en una nueva cesión ante la patronal». Eso se produce -a juicio de LAB- con «el apoyo que algunos sindicatos estatales hacen al centralizar en Madrid esa negociación colectiva».
LAB adelanta que el próximo 22 de diciembre «los trabajadores tenemos oportunidad de darle la vuelta a esta situación, porque este miércoles se celebran las elecciones sindicales. Si aquí vivimos y aquí trabajamos, aquí tenemos derecho a negociar».
En este momento de crisis del sector financiero «es importante explicar que no nos podemos resignar y hay que avanzar para contar con un convenio de banca negociado aquí». J. BASTERRA
El proceso de transformación de las cajas de ahorro en compañías privadas no es nuevo en Europa. Así, países como Gran Bretaña, Alemania, Italia y el Estado francés ya lo recorrieron hace unos años.
La preservación del modelo social de las cajas en Hego Euskal Herria es un sinónimo de garantía, sin embargo cada vez hay menos ajustes que impidan que las cajas entren en un proceso de «bancarización». Porque la nueva reglamentación aprobada, que se desarrollará en el primer trimestre del próximo año, permite la entrada de capital privado en las entidades de ahorro. Es lo que ya ocurrió en esos estados europeos lo que supuso alejarse de ese modelo social. Para garantizarlo, LAB, por ejemplo, sostiene que «hay que blindar» el modelo vasco. Sin embargo, los propios gestores de las cajas ven inconvenientes en un modelo que les impide ser ágiles y en el que la decisión final compete a un centenar de compromisarios. J. BASTERRA
Desde 1987 a 2009 se produjeron en el Estado español un total de 78 fusiones. De ellas, 35 correspondieron a bancos, entre ellos el que dio origen a BBVA; hubo otras 25 fusiones de cajas, entre ellas las las cajas vascas; y otras 18 fusiones de cooperativas.