Aunque todavía no está cerrado el año 2010, el balance de la siniestralidad muestra ya que, al menos, han fallecido 81 trabajadores en Euskal Herria en accidentes de trabajo. A éstos hay que añadir los 22 fallecidos a causa del amianto, lo que suma 103 trabajadores fallecidos hasta diciembre.

La falta de prevención y seguridad en los centros de trabajo se manifiesta como el factor directo en la pérdida de la vida de los trabajadores. Esto ocurre quince años después de que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) entrase en vigor en 1999. En la misma se obliga a los empresarios a poner las medidas adecuadas de prevención, a formar e informar a los trabajadores de los peligros a los que se enfrentan en su puesto de trabajo. La crudeza de la crisis económica ha reducido bastante la actividad, lo que ha reducido la incidencia de la siniestralidad en los centros de trabajo. Sin embargo, las causas de la elevada siniestralidad siguen siendo las mismas que hace quince años.

A la hora de analizar los datos concretos nos encontramos con problemas importantes de cuantificación, dado que las estadísticas oficiales sólo contemplan 42 fallecidos hasta el mes de octubre. Sin embargo, la contabilidad de GARA y del sindicato LAB demuestran que, al menos, son 81 trabajadores los fallecidos hasta esta misma semana pasada, el último un trabajador de nacionalidad portuguesa, que trabajaba para Construcciones Murias SA.

Década de sangre

Con datos oficiales de Osalan y el Instituto Navarro de Salud Laboral, en estos primeros diez años del siglo XXI en Hego Euskal Herria han fallecido 1.029 trabajadores por accidentes de trabajo de forma directa, una parte de los mismos corresponden a accidentes en el trayecto de ida o vuelta del trabajo.

En una década en este nuevo siglo donde la tecnología y los avances industriales predominan, muchos trabajadores salen de casa cada mañana, tarde o noche y no vuelven porque han sufrido un accidente mortal. Son 103 trabajadores de media al año. Este hecho debería hacer reflexionar a las administraciones públicas si están ejerciendo el control y la presión adecuadas sobre los empresarios para que los puestos de trabajo sean seguros y saludables. Hoy, no lo son. Lo demuestran estos 81 fallecidos, y la larga lista hasta los 1.020 fallecidos en esta década de este nuevo siglo.

A esos datos hay que añadir a quienes mueren por enfermedades profesionales que, aunque en las estadísticas oficiales no aparecen, sí que existen. La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) contabilizó 18 fallecidos en 2009, pero este año ya son 22. El último falleció la pasada semana, fue Venancio Fontaneda Saez, de 59 años, y no 70 años como aparecía en la edición de GARA de este pasado sábado.

En las estadísticas oficiales de diez meses sobre el total de la siniestralidad, el Ministerio español de Trabajo e Inmigración detalla que se han producido en Hego Euskal Herria un total de 36.560 accidentes laborales con baja. De ellos, 237 tuvieron carácter grave y 42 trabajadores fallecieron, según los datos oficiales. En el conjunto del Estado español en los diez meses de 2010 han fallecido 617 trabajadores y 529.768 accidentes de trabajo con baja laboral.

Hego Euskal Herria, por otro lado, se encuentra entre las comunidades autonómicas con más incidencia en la siniestralidad laboral, ya que se producen 344,8 accidentes por cada cien mil trabajadores en la CAV y 326,2 accidentes en Nafarroa.