Los tribunales bielorrusos condenaron a entre cinco y quince días de arresto administrativo a los 580 opositores detenidos durante una protesta electoral que acabó en un intento de asalto a la sede del Gobierno .

No obstante, un alto cargo policial aseguró que algunos de ellos podrían ser condenados a posteriori a hasta quince años de prisión firme «si se demuestra que lideraron la algarada».

El ministro de Justicia, Viktor Golovanov, amenazó además con prohibir los partidos políticos si se demuestra que sus líderes organizaron las protestas.

Dos de los nueve candidatos presidenciales opositores fueron puestos en libertad bajo fianza y con cargos.

Las desavenencias no han tardado en surgir en el seno de la oposición. Dirigentes como Alexander Milinkevich denunciaron el intento de asalto del Gobierno como una provocación «que nos debilita».

Otro de sus líderes, Yaroslav Romanchuk, se entrevistó con el presidente, Alexander Luka-shenko, para interceder por la liberación de sus compañeros.

Analistas independientes apuntan a un nuevo fracaso político de la oposición.