El Gobierno de Nafarroa ha anunciado la reestructuración de sus empresas públicas, reduciendo su número de las 38 actuales a 13, lo que supondrá, sostiene, un ahorro de 28 millones de euros al año. Una medida que, a juicio de la izquierda abertzale, «deja no pocas dudas y preguntas en el aire».

En una nota de prensa, se pregunta, si es posible ahorrar esa cantidad de dinero de una forma tan simple («¿a qué se debe que llevemos más de quince años derrochando esta cantidad de dinero sin necesidad alguna?») y concluye que es necesario «exigir responsabilidades políticas y penales a los gobiernos, consejeros y directivos de estas empresas por el injustificado derroche y la más que probable malversación de fondos públicos que supone».

La izquierda abertzale recuerda que durante años diversos sindicatos, partidos y organismos institucionales, incluida la Cámara de Comptos, han criticado «el despropósito administrativo y financiero» que suponía la creación de estas empresas, y que se ha denunciado que «todo ello tenía por finalidad ocultar y enmarañar el real funcionamiento de la Administración», para evitar un mayor control de la misma, así como «acomodar en sus consejos de administración y dirección a todo un staff de altos cargos».

«Hoy -agrega-, se nos dice que la reestructuración supone ahorrar 28 millones, pero nos tememos que esto se asiente en una mayor privatización de los trabajos y servicios que estas empresas hacían y en la consiguiente reducción de puestos de trabajo que pueda derivarse de lo anterior», sin que además quede claro que esa remodelación vaya a suprimir «los dobles sueldos, dietas de escándalo y negocios paralelos».

Ninguna privatización

Por este motivo, la izquierda abertzale exige el mantenimiento del trabajo que se venía haciendo en esas empresas, sin efectuar ninguna privatización; que se mantengan también los puestos de trabajo; la utilización de estas empresas para impulsar una actividad y desarrollo social; la reducción «drástica» del personal directivo y de sus sueldos y dietas; y la exigencia de responsabilidades de todo tipo a quienes «las han creado, mantenido y dirigido».