Raimundo Fitero
Cambio de roles
El punto rojo con un marco negro forma parte de la imagen más reiterada en el espacio ocupado hasta hace muy poco por CNN+ anunciando GH 24 horas. El punto rojo se está convirtiendo en una rémora cromática. Se llora la ausencia del canal informativo que era una franquicia de una cadena multinacional muy ideologizada. Pero nos conformamos con tan poco que cualquier cosa nos parece que refleja algo rojo. Y no es fácil encontrar nada que no sea azul. Muy azul. Demasiado azul. Tan azul como los ternos de los ministros baratos que toman café a precios muy baratos y que tiene el morro de hacer bromas con la subida de los precios de la electricidad.
Lo que nos está aportando este fin de año es un cambio de papeles, de roles, y si ZP ha desaparecido de los primeros planos, aunque acabe dando una de esas ruedas de prensa testamentales y patéticas, parece que el que tiene algo que decir en nombre del gobierno del señor Mercado es Alfredo Pérez Rubalcaba, el súper, el que quiere ver pronto acabar la película en la que ha tenido mucho protagonista y espera la palabra FIN, resulta que el auténtico ministro de Cultura parece ser Álex de la Iglesia que se ha reunido con algunas de las partes interesadas en el conflicto creado por la llamada ley Sinde, para intentar consensuar y desatascar el follón que ha creado. Claro, no está Ella, la divina ministra que dicho sea de paso sigue autosubvencionándose ya que otorga ayuda a una película de la que es co-guionista.
Ni está en la reunión quién es su patrocinador y sustentador real de la susodicha, la SGAE, por lo que si saliera alguna vía de solución de esa reunión que todos se encargan de llamar informal, pero que tiene visos de tener más fundamento que las transacciones partidistas actualmente en marcha para lograr un pasteleo y salvar los muebles con el apoyo del PP. Digo que si de la reunión del ministro de facto y los internautas, más otros actores de cierta relevancia, sale algo positivo, lo lógico sería que dimitiera la ministra. Pero no lo hará. Una duda, ¿Qué es más piratería, bajarse pelis con el burro o asaltar los presupuestos del ministerio y repartirse el botín entre cuatro?