Raimundo Fitero
Los medios y el medio
La entrevista a Arnaldo Otegi aparecida en el periódico neoyorkino The Wall Street Journal, fue tratada en los medios de comunicación con una evidente falta de rigor. Quizás la noticia fuera que ante asuntos de este calado las redacciones y las portavocías camufladas, se dedicaran, primero a leer lo que allí se dice, después analizarlo, y penar sobre lo que parece obvio y lo que se deduce, como marca el rigor periodístico. No, como es lógico y como en este periódico diferentes voces ya han señalado, se emprendió una descabellada carrera zigzagueante como si fueran pollos descabezados para intentar anular el contenido de la manera que fuera. Incluso tergiversar todo cuanto pudieran.
Pero como pasan los días, se hacen resúmenes del año, se nos amontonan insensateces, lo que ha sucedido con esta entrevista en las televisiones y radios, lo que ha demostrado una vez más, es que existe mucha confusión, muchísima. Remarcar que en los periodos vacacionales se hacen los programas informativos con redacciones con menos personal y así se pueden cometer errores de bulto, como fue algo que se fue repitiendo y que nos provoca un poco de desazón añadida. La preocupación mayor de algunos medios fue el lugar donde apareció, el periódico del magnate Murdoch, donde José María Aznar es consejero muy bien pagado y que mantiene siempre tesis ultra reaccionarias.
Hasta aquí podríamos coincidir en la sorpresa, pero lo que nos parece muy feo es que a partir de ello, intentar mediatizar la entrevista y su contenido, descalificarla y anularla. Y para que el estrambote llegue a punto de no retorno alguien diga con soltura, mencionando a Marshall MacLuhan, y aquello de que el medio es el mensaje, cerrar el asunto. No han leído ni a han entendido la frase macluhiana que se refería a la aldea global, a la televisión principalmente, y no a cada medio de comunicación, pero no comprenden casi nada y es así como llegan a toparse con todas las realidades con los ojos tapados. Por cierto los mismos que descalifican ahora a este medio, lo mantienen como referencia confesional los trescientos sesenta y cuatro días restantes del año. Libertad para Otegi. Este año sí.