Un total de 57 periodistas resultaron muertos en todo el mundo en 2010, un 25% menos con respecto al año anterior, cuando 76 periodistas perdieron la vida en el ejercicio de su profesión, según el último informe publicado el pasado jueves por Reporteros Sin Fronteras (RSF). Frente a este dato positivo, este año aumentaron los reporteros secuestrados, hasta alcanzar los 51.

«Menos periodistas fueron asesinados en zonas de guerra respecto a los años precedentes. Los profesionales de los medios de comunicación son víctimas de los criminales y de traficantes de todo género», explicó el secretario general de RSF, Jean-François Julliard, precisando que «las mafias y las milicias son los principales asesinos de periodistas». Según Julliard, «las autoridades de los países concernidos tienen una responsabilidad directa en la lucha contra la impunidad que rodea estos crímenes. Si los gobiernos no hacen lo posible para castigar a los asesinos de periodistas, se convertirán en sus cómplices».

Por otra parte, la organización constató que en 2010 se ha producido un aumento en el número de secuestros, 51 en total, lo que contrasta con los 29 casos de 2008 y 33 de 2009, lo que supone el 55 por ciento más. Según RSF, cada vez se percibe menos al periodista como un observador exterior y ya no se respeta su neutralidad ni su misión.

«Los secuestros de periodistas son cada vez más frecuentes y conciernen a un mayor número de países y ningún continente escapó de esta plaga», subrayó Reporteros Sin Fronteras.