Ya queda menos para la manifestación organizada por la iniciativa «Egin Dezagun Urratsa» que dará aliento el próximo sábado a los presos políticos vascos. Los pueblos y barrios de toda Euskal Herria ultiman estos días los detalles para que Bilbo acoja una «verdadera marea humana».

Los carteles y las tiras que la iniciativa ha editado llamando a la marcha del 8 de enero, sábacdo, pese a haber sido perseguidos en muchos lugares por distintos cuerpos policiales y arrancados por servicios de limpieza, han decorado los paisajes de la gran mayoría de los municipios en estas fiestas navideñas. Los olentzeros solidarios con los presos políticos vascos o los brindis por la amnistía organizados poco después de las doce campanadas de nochevieja han servido también de altavoces para la marcha.

La cuña preparada para animar a acudir a la manifestación también ha estado presente durante estos días, bien como sonido ambientes en los bares o mediante coches que han hecho función de megáfonos recorriendo los pueblos.

Con objeto de hacer más cómodo y económico el viaje a la capital vizcaina, en la mayoría de los pueblos y barrios se han organizado autobuses para acudir a la misma. Son numerosos los listados para estos autobuses, que en muchos sitios ya se han completado y hace presagiar una masiva afluencia a la citada manifestación nacional.

Los que aún no se hayan apuntado en estas listas para acudir en autobús deberán hacerlo con celeridad y en los establecimientos habituales de cada municipio o comarca. Al menos en el caso de Iruñerria, según hace saber la página web Apurtu.org, ya que los listados se retirarán hoy mismo.

Desde que esta iniciativa plural contra la política carcelaria y por una nueva etapa se presentara en noviembre, han sido centenares las adhesiones cosechadas tanto a nivel personal como colectivo.

Más allá de los apoyos locales de gaztetxes, gazte asanbladas, colectivos sociales, medios de información o incluso trabajadores de empresas e ikastolas, cabe destacar el apoyo de fuerzas políticas como AB, Aralar, EA, izquierda abertzale y Alternatiba, y centrales sindicales como ELA, LAB, Hiru, EHNE, ESKE y Stee-Eilas.

Partiendo de que «es imposible» llevar a Euskal Herria a un escenario democrático mientras se sigan vulnerando los derechos básicos de los presos vascos, representantes de las citadas formaciones políticas exigieron a los estados francés y español que pongan fin a la «cruel» política penitenciaria.

La solidaridad con los presos políticos vascos no se hace esperar al sábado, y ayer mismo 54 personas se movilizaron en Altsasu para reclamar el fin de la dispersión carcelaria y el respeto a los derechos de los presos políticos vascos. Asimismo, el viernes fueron 26 los concentrados en Mundaka.