«Familiares, amigos y amigas de presas y presos políticos vascos hemos decidido que este fin de semana no vamos a acudir a visitar a nuestros seres queridos a las prisiones de los estados español y francés e Irlanda». Etxerat realizó este anuncio ayer, en Gasteiz, añadiendo que «no vamos a ir porque queremos caminar junto a la sociedad vasca y los diferentes agentes políticos y sociales para dar un importante paso en el camino que traerá a casa a los presos, exiliados y deportados políticos».

El colectivo de familiares de represaliados confirmó así que el sábado tomará parte en la marcha que recorrerá las calles de Bilbo convocada por la iniciativa «Egin dezagun urratsa» en defensa de los derechos de los presos, «porque queremos dar testimonio de la situación de las 735 presas y presos políticos; Porque queremos que una parte de ellos y de ellas también recorran junto a nosotros las arterias de la capital vizcaina».

Etxerat subrayó que la decisión de no viajar a las cárceles este fin de semana supondrá que «no vamos a morir este fin de semana» en la carretera y recordó al respecto que la política de dispersión ya ha causado la muerte a 16 familiares y amigos de presos políticos y más de 300 accidentes de tráfico, 15 de los cuales se produjeron a lo largo del año recién concluido.

En el mismo balance, destacaron que 21 presas y presos políticos vascos han muerto en prisión o al poco tiempo de ser excarcelados como consecuencia de las inhumanas y extremas condiciones de vida a las que se ven sometidos». Precisamente por ello, insistieron en que «este fin de semana no vamos a morir porque no queremos que nadie más muera a consecuencia d la criminal política penitenciaria vigente, que es necesario cambiar de raíz».

«Un nuevo camino»

En un repaso a la realidad que viven en primera persona, los familiares recordaron que la vulneración de derechos humanos, hasta los más elementales, es constante. «Se persigue y chantajea a nuestros familiares, amigas y amigos encarcelados, se les niega su procedencia y carácter, se les somete a situaciones absolutamente extremas, se les mantiene en prisión a pesar de haber cumplido su condena y aun padeciendo enfermedades graves e incurables. La soledad y el aislamiento se han convertido, tristemente, en habituales; la dispersión y sus terribles consecuencias se están alargando en el tiempo».

No obstante, el respaldo a la marcha que con el lema «Egin dezagun urratsa» se celebrará el sábado en la capital vizcaina va más allá de la denuncia. «El próximo 8 de enero queremos abrir un nuevo camino -expresaron desde Etxerat-, un tiempo para el compromiso, para un nuevo escenario y para dotar de una nueva dimensión a la demanda de respeto a los derechos de nuestros familiares».