
Victoria Mendoza Psicoterapeuta
Emociones colectivas de esperanza
Ahora quiero hablar de otro tipo de emoci�n colectiva, que es la que en estos momentos estamos viviendo en el Pa�s VascoLas emociones y sentimientos son reacciones f�sicas y ps�quicas a est�mulos externos que nos afectan de diferente manera, y hablar de inteligencia emocional no tiene nada que ver con controlar dichas emociones, sino todo lo contrario, hay que saber identificar y trabajar nuestras emociones.
Todos tenemos personalidades y caracteres distintos, herramientas distintas para poder trabajar nuestras emociones, pero por desgracia tambi�n todos somos parte de un sistema pol�tico y educativo que no se ha preocupado nunca de ense�ar a trabajar y sanar emociones, y por eso cada vez hay m�s gente con depresi�n, ansiedad, estr�s, fobias y otros trastornos psicol�gicos y emocionales que tarde o temprano llegan a somatizarse, puesto que ya no es s�lo un trastorno que nos aqueje a los mayores. Y aunque no acabemos de entender muy bien el mundo de las emociones, puedo resumirles que es un mundo de energ�a, que ni se crea ni se destruye, sino que se transforma, se recicla y se puede sanar. Y m�s interesante a�n es saber que tambi�n se contagia, por eso podemos hablar de emociones colectivas.
Por ejemplo, en un grupo de terapia se contagia la risa, el sufrimiento, la emoci�n. Las emociones colectivas son importantes en una sociedad. Ejemplo claro lo tenemos en Jap�n, con un alto �ndice de suicidios, en M�xico con un alto grado de asesinatos, en Estados Unidos con un alto grado de consumismo... y as� podemos encontrar muchos ejemplos de emociones colectivas que dan lugar a situaciones sociales y culturales; por ejemplo, el sentir de los indios chamanes o monjes tibetanos. Pero ahora quiero hablar de otro tipo de emoci�n colectiva, que es la que en estos momentos estamos viviendo en el Pa�s Vasco, con emoci�n de esperanza o de ilusi�n de que las cosas se encaminen pol�ticamente. Esperanza de que por fin logren ponerse m�nimamente de acuerdo los representantes pol�ticos para alcanzar esa paz colectiva que tanto deseamos y necesitamos desde hace ya varias generaciones. Esperanza de que no haya m�s contradicciones ni ansia de poder, esperanza de que nosotros, ciudadanos de a pie, por fin les importemos un poco en sus brillantes programas electorales y de que sus tan t�midos, poco atrevidos y nada creativos programas pol�ticos se reconduzcan con valent�a y justicia para garantizar por todos los medios que sabr�n aprovechar las condiciones pol�ticas que en estos momentos se est�n dando en Euskal Herria, ya que han sido muchos a�os de dolor y sufrimiento colectivo, muchos a�os de rabia y resentimiento, y hoy por fin podemos vislumbrar otro tipo de energ�a pol�tica, otro tipo de emoci�n pol�tica, donde por supuesto hay dudas, miedo, incertidumbre, a la vez que hay esperanza e ilusi�n de que las cosas avancen de la mejor manera hacia la soluci�n de uno de los tantos conflictos que debemos resolver juntos. Porque bien sabemos que queda mucho por hacer y por resolver de forma colectiva. Mis mejores deseos para que sigamos sanando y creando energ�a colectiva mucho m�s sana e inteligente.