Tras su reciente entrada en vigor, la Asociación de Hostelería de Euskadi ha exigido que se paralice la conocida como ley antitabaco, que consideran «un atropello a los intereses» del sector. De ser atendida la petición, instarán a sus asociados a que instalen aparatos homologados de purificación de aire que «minimicen al máximo los ambientes cargados de los establecimientos».

En el comunicado hecho público ayer, remarcaron que se están produciendo «enfrentamientos entre los diversos intereses de empresarios y trabajadores dedicados a la hostelería».

Doble moral

La Asociación de Empresarios de Hostelería de Nafarroa, por su parte, ha recomendado a sus asociados no vender tabaco en sus establecimientos y retirar de los mismos las máquinas instaladas para ello. Esta propuesta está motivada «por la escasa ganancia del hostelero en la venta de tabaco» y tiene el propósito de «no colaborar en la doble moral del Gobierno, que prohíbe el consumo de tabaco y, sin embargo, amplía los puntos de venta».

La asociación pretende evitar que el Gobierno español siga ingresando impuestos por la venta de tabaco, así como los costos que el hostelero paga al Comisionado de Tabacos. Además, con esta medida conseguirían evitar que la Policía denuncie al hostelero por no cumplir con determinadas obligaciones relacionadas con la venta de tabaco.