Europa mantiene su apuesta por la austeridad que, admite, tendrá consecuencias «dolorosas»
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, presagia un año «desafiante y doloroso» mientras defiende la profundización de las «reformas estructurales». Al mismo tiempo, el Premio Nobel de Economía y ex economista jefe del Banco Mundial, Joseph Stiglitz, declara que la vía de la austeridad por la que ha optado la UE «retrasará la salida de la crisis». Coincide con otro Nobel de Economía, Paul Krugman, que advierte sobre una aproximación «excesivamente neoliberal», en la linea defendida por Milton Friedman y su escuela de Chicago, al problema de la crisis.
En el gigantesco experimento global puesto en marcha para contener la crisis, Europa ha optado por una dirección opuesta a la de otras potencias que muestran ya signos de recuperación. La austeridad europea frente al estímulo neokeynessiano, que defiende un gran gasto público para mantener la economía a flote mientras los mercados se estabilizan. El tiempo dirá cuál de las dos estrategias es más eficaz. A falta de otras alternativas, el presente demuestra que, opten por una u otra estrategia, los políticos pierden elecciones. Y que no parece que nadie pueda dictar una solución ni presentar una propuesta épica para la salvación.