Sindicalistas de LAB se concentraron ayer en la Plaza del Ayuntamiento de Iruñea para denunciar la última operación policial que se saldó con la detención de cuatro jóvenes independentistas de Iruñerria. Recordaron que los jóvenes denunciaron haber recibido malos tratos, por lo que exigieron el «fin de la tortura».

Los cuatro detenidos en Iruñerria -Eneko Villegas, Garazi Autor, Oihana López e Izaskun Goñi- explicaron en su día que el periodo de incomunciación fue «muy duro». Golpes, «la bolsa» y amenazas para lograr sus autoinculpaciones fueron algunas de las prácticas denunciadas.

LAB señaló que «existe una `lista negra' elaborada con los nombres arrancados en comisaría a los detenidos en diferentes redadas» y que en esa lista figuran docenas de jóvenes que desarrollan un trabajo social, cultural y político en sus pueblos y barrios. Afirmó que el Gobierno español y las fuerzas policiales «utilizan» esa lista a su «conveniencia», cuando les interesa «aparentar fortaleza del Estado frente al independentismo». Por ello, considera que se trata de «una especie de macabra lotería, que hace recordar los peores tiempos del franquismo».

El sindicato abertzale también rechazó «la pasividad» y «consiguiente complicidad» de la clase política navarra y responsabilizó de ello, entre otros, a los dirigentes de UPN Miguel Sanz y Yolanda Barcina.