
Poner en marcha la libertad de los presos
Bilbo ser� hoy escenario de una multitudinaria manifestaci�n que, una vez m�s, romper� la espiral del silencio que el Estado pretende construir para que una demanda social mayoritaria -la repatriaci�n y liberaci�n de todos los presos pol�ticos vascos- no se manifieste en la plaza p�blica. Adem�s de exigir el respeto de los derechos que les asisten, decenas de miles de ciudadanos evidenciar�n que materializar el reto no s�lo es una obligaci�n moral y militante, sino que tambi�n es urgente y no condicionado a la existencia o no de acuerdos resolutivos. Miles y miles de pasos recorrer�n las calles empujados por una reivindicaci�n que llega hasta lo m�s hondo del coraz�n y la sicolog�a colectiva del pa�s. Pero, as� mismo, lo har�n de la mano de la raz�n y con determinaci�n para dotar a este asunto de toda la centralidad pol�tica que merece, haciendo que la liberaci�n de todos los presos sea abordada sin m�s demora, desde una decisi�n colectiva y concretable en espacio y tiempo, de manera acordada y ordenada.
La masiva manifestaci�n de hoy no puede convertirse en �otra� m�s, �la de todos los a�os�, un cubrir el expediente y un cumplir con el ritual. Al contrario, m�s all� de anunciar iniciativas, llega el momento de concretarlas y materializarlas. Hacer que el proceso de liberaci�n de todos los presos arranque, y lo haga con s�lidas bases, implica que todos, sea desde dentro sea desde fuera, promotores de la manifestaci�n, colectivos y organizaciones, planteen iniciativas de impacto y las gestionen de manera ofensiva y expansiva a la altura de las expectativas del nuevo tiempo pol�tico. Implica capacidad de anticipaci�n para revertir la presi�n al Estado y neutralizar las falsas maniobras de �buenos y malos�, castigo y premio, que tanto airea �ltimamente. Tomar la iniciativa y, en conexi�n con la mayor�a social, ocupar la plaza p�blica, acercar el deseado escenario de soluciones, dimensionando a su vez el cambio pol�tico que Euskal Herria merece.
El camino est� marcado y a los pies de este pa�s. Con inteligencia y con firmeza, hoy se dar� otro paso.