Un ataque perpetrado ayer por los talibanes en un baño público dejó al menos 17 muertos y 21 heridos en la conflictiva provincia de Kandahar, escenario de numerosos enfrentamientos entre insurgentes y fuerzas de la OTAN. Las autoridades oficiales confirmaron la muerte de un alto mando policial y señalaron que el resto eran civiles. Los talibanes reivindicaron el ataque y aseguraron que la cifra de muertos ascendía a 18, pero que todos ellos eran policías.
El Ejército israelí dijo «lamentar» haber matado ayer «por error» a un palestino de 67 años en Hebrón, en la Cisjordania ocupada, durante una redada para detener a cinco activistas de Hamas que habían sido liberados la víspera por la Autoridad Palestina. La víctima dormía en su habitación cuando fue acribillada por los soldados. El movimiento islamista y la ANP se acusaron mutuamente de hacerle el juego a Israel.
El aumento de la presencia policial en las calles no logró controlar ayer los violentos disturbios en Argelia, mientras en Túnez se registraba una nueva muerte, la de un estudiante que el lunes se quemó a lo bonzo.