Estamos en 2011. Otro año que se presenta horrible para la clase trabajadora. No nos queda otra alternativa que movernos en defensa de nuestros derechos; de lo contrario, nos quedaremos no sólo en la miseria, sino derrotados. Eso no podemos consentirlo. Siempre me acuerdo de un anuncio, del que no voy a decir la marca, que decía hace años que «si quieres llegar a la meta, tienes que salir y luchar». Esto es, luchar. Es lo que nos queda y, sobre todo, hacer de la solidaridad un referente vital. Creo que el sistema capitalista -y algunos vendidos al poder- nos está ganando la partida, porque ha logrado romper esa cierta unidad siguiendo esa consigna de «divide y vencerás».

Unos segundos después de recibir al año 2011 ya nos subieron el coste de la luz, del gas, de los transportes, de... todo. Algunos se están acostumbrando a subir los precios de servicios de primera necesidad dos veces al año. Siempre hay una disculpa, en 2010 fue la subida del IVA, que se trasladó inmediatamente a los precios de la población más desfavorecida, sin duda.

Si somos objetivos, las cosas están y las vemos peor: más paro y, aunque Hego Euskal Herria está mejor que el Estado español, tenemos el triste récord de ir en el pelotón de cabeza de la UE, con una tasa de paro del 13,31%, con casi 179.000 desempleados. Además, un 36,5% de los mismos no tiene ingreso alguno para poder vivir. Ésa es la triste realidad, mientras las administraciones públicas recortan los gastos sociales.

Los que tenemos trabajo somos afortunados, pero los empresarios, los distintos gobiernos y los banqueros piden que nos ajustemos más el cinturón. Ahí está otra batalla. El año pasado los salarios crecieron a la mitad de la inflación. Digo salarios de los trabajadores, porque hace unos días un informe de la CNMV confirmaba los salarios millonarios de las cúpulas ejecutivas de las empresas que cotizan en Bolsa y los salarios de medio millón de euros al año de sus ejecutivos intermedios. A éstos les da igual que suba el IVA, el billete de tren, la luz o el gas, porque tienen para eso y... más.

Además este mes nos jugamos las pensiones. Nos han metido mano a la cartera y, desde luego, no podemos consentirlo.