ARITZ LASA-MERINO 22

TITIN III-PASCUALl 21

Aquellos que mantenían dudas sobre la incursión de David Merino en el Parejas junto a Juan Martínez de Irujo, comprobaron ayer que el pelotari de Ibero, a poco que recupere sus manos, también tiene muy bien cubiertas sus espaldas. Con los lógicos altibajos de un neófito en esta competición, el de Villar de la Torre fue el mejor de un partido loco, en el que ninguneó a Pascual y en el que Aritz Lasa le acompañó bien a dominar al espíritu de supervivencia de un Titín que se fue para casa con un buen cabreo.

El partido de ayer tuvo tres fases muy diferentes y diferencias. Contra todo pronóstico, en la primera los colorados pasaron por encima de la pareja veterana. La balanza se desniveló en los cuadros traseros, donde David Merino se merendó a un Iñigo Pascual muy flojo y errático. Mientras el de Abartzuza era incapaz de gozar una sola pelota y acumuló excesivos errores, el de Villar de Torre le soltó a la pelota con las dos manos, abriendo huecos que Aritz Lasa aprovechó a la perfección. El de Urretxu se complementó perfectamente con su zaguero, consiguió buenos tantos de aire y los jóvenes se pusieron con un escandaloso 12-2 que nadie terminaba de creerse, pero que era justo con lo que se veía en la cancha.

Gesto feo y necesario

Encontrar soluciones efectivas, por poco ortodoxas que éstas sean, en situaciones límite es lo que caracteriza a los grandes supervivientes y está claro que, con sus casi 42 años Titín lo es. En un fallo de entendimiento, Pascual no acudió a una pelota que el de Tricio le dejó tras amagar y Titín se lo recriminó con una fuerte y pública reprimenda y con un fuerte golpe a la puerta de vestuarios.

El gesto fue feo, mucho, pero por lo menos hizo reaccionar a un hasta entonces flojísimo Pascual, que reaccionó llevando dos pelotazos de Merino desde el rebote casi de manera consecutiva. El delantero se echó el peso a la espalda y consiguió darle la vuelta al partido combinando buenos tantos y muchos errores de los jóvenes, que acusaron su inexperiencia y comenzaron a acumular todos los errores que no habían cometido hasta entonces. De esta guisa, los azules no sólo consiguieron empatar a quince, sino que en una tercera fase mucho más igualada, lograron adelantarse 18-21 con el tercer saque de Titín.

Sin embargo, la poca confianza del de Tricio con su zaguero le llevó a asumir demasiados riesgos y no pudo culminar la remontada. Aritz Lasa recuperó el acierto rematador en el mejor momento y Merino II cerró su gran partido bajando una pelota que el otro riojano no pudo levantar y supuso el 22-21 final.