CAUDAL 1
ALAVÉS 2

Las torres de iluminación tardaron lo suyo en recuperarse del apagón sufrido en el descanso, lo que provocó una importante demora, pero la vuelta de la luz al estadio y el posterior arranque de la segunda parte dio una mayor claridad al juego del Alavés, que gracias a un gol de Óscar Martínez a pocos minutos del final, se sitúa en lo más alto de la tabla en solitario.

Sin embargo, a los de Tomé les costó mucho acomodarse al terreno de juego caudalés, de hierba artificial, y pagaron muy caro la falta de concentración con la que iniciaron el encuentro, ya que antes de que el reloj marcara las cinco de la tarde -el choque comenzó un poco antes de la hora prevista- los gasteiztarras se encontraron con un gol en contra a los cinco minutos.

Un balón perdido en el centro del campo propició el contragolpe de los locales, quienes aprovecharon una jugada bien hilada para que Camuchu, que sólo tuvo que empujar el balón al fondo de las mallas después de una gran cabalgada de Pévida, batiera a Montero para adelantarse en el marcador.

Los asturianos habían conseguido embotellar al Alavés en su propio campo merced a una presión asfixiante y pudieron hacer el 2-0 en el minuto 25 en un disparo de Jorge que desvió el meta alavesista en una gran intervención.

Mayor control del juego

Sin embargo, el cuadro gasteiztarra supo sobreponerse del varapalo inicial y tomó el mando del encuentro pasada la media hora. El Alavés comenzó a recuperar balones gracias a un mayor despliegue físico y no tardo en encontrar lo que buscaba al empatar la contienda en el minuto 33 tras un centro de Asier Salcedo que Esparza remató con la pierna derecha al fondo de las mallas. El gol dio alas a los visitantes, que un minuto mas tarde pudieron decantar la balanza a su favor en una ocasión de Geni, pero su disparo salió fuera por muy poco.

Tras la reanudación los babazorros se hicieron con el mando, aunque el dominio no se tradujo en grandes ocasiones de gol. A pesar de ello el Alavés ya pudo adelantarse en el luminoso cuando se cumplió la hora de partido en un gran disparo de Calderón, pero una gran mano de Segura evitó el tanto que llegaría minutos después.