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BALONCESTO Caja Laboral Baskonia derrota a Lagun Aro GBC en el derbi de Donostia y deja a los guipuzcoanos casi sin opciones de Copa

La cabeza vence al vigoroso corazón

Los de Ivanovic se impusieron pese a la baja de Barac por fiebre y al mal día de un Teletovic bien defendido. Pape Sow impuso su ley bajo los aros mientras entre Logan y Oleson secaban a Baron. Panko, Salgado y Doblas respondieron y cerca estuvieron de remontar.

LAGUN ARO GBC 80
CAJA LABORAL BASKONIA 83

Arnaitz GORRITI

Las opciones de Copa, tan al alcance después de vencer en Granada, se escurren de entre los dedos del Lagun Aro Gipuzkoa Basket. El conjunto donostiarra demostró tener talento, casta y corazón, pero no pudieron ante un Caja Laboral Baskonia que tuvo las ideas muy claras y que suplió la ausencia de Barac por una gripe y el mal día de Teletovic y San Emeterio gracias a sus muchos recursos.

Fue el día del debut como baskonista de Esteban Batista, y el charrúa cumplió, logrando 10 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias, pero fue su compañero Pape Sow quien más brilló. El pívot senegalés anotó 9 tantos y se hizo con ¡16! rebotes, la mitad de ellos en ataque. Por otro lado, la pareja de escoltas Logan y Oleson desarbolaron a un Jimmy Baron al que le enseñaron lo mucho que hay que sufrir para llegar a la élite en la Liga ACB. El Búho de Rhode Island tuvo que sufrir un marcaje que lindaba la ilegalidad, mientras que en defensa le dieron de su propia medicina: Logan en la primera mitad y Oleson en la segunda. Fue un día duro para el joven escolta -terminaría eliminado por faltas-, que sin embargo no dejó de pelear.

Volantazo de Ivanovic

No obstante, tardaron un rato en arrancar los baskonistas. A pesar de que Huertas empezó mostrando que traía la muñeca bien engrasada, de la mano de Panko -que, con 30 de valoración, obtuvo el MVP de la jornada, compartiendo el galardón con Donaldson del Menorca y Kurz del Granada. Curiosamente, los tres perdieron sus respectivos duelos- y Uriz, Lagun Aro GBC se adelantaba 12-7.

Dusko Ivanovic dio el volantazo que el partido precisaba para sus intereses. Pidió el tiempo muerto y puso firmes a sus muchachos a voz en grito. El plantel gasteiztarra comenzó a apretar atrás -Doblas se las veía para quitarse la sombra, y las manos, de Sow de encima- y a dinamitar la defensa donostiarra desde la línea de fondo -penetraciones y pases para los pívots, puertas atrás...- para obtener un parcial de 5-16 y acabar el primer cuarto con 17-23.

En el segundo período Lagun Aro GBC vio cómo Lorbek, que salió en lugar del asfixiado Baron, se hacía un esguince de tobillo y, al mismo tiempo, cómo Kone mejoraba sensiblemente la labor de Doblas y Miralles. El de Abidjan frenó la sangría de puntos y rebotes, anotó un precioso alley oop con Salgado, machacó literalmente en la cara de Batista y hasta le clavó un gorrazo a Sow. No obstante, la iniciativa jamás dejaba las manos gasteiztarras, sobre todo por su dominio en el rebote y un mayor porcentaje en el lanzamiento. Una canasta de última hora de Huertas ponía el derbi con 35-41 al descanso.

La reacción del orgullo

El paso por los vestuarios sentó aún mejor a los baskonistas. Oleson se erigió en la pieza exterior que marcara la diferencia y no sólo ató en corto a Baron, sino que le buscó las cosquillas en ataque. Las pérdidas de balón asolaban a los de Laso y el partido parecía quebrarse cuando Sow estableció el 42-52.

Pero ahí surgió Panko. Con 17 puntos en este cuarto, evitó el despegue visitante y limó la diferencia a un 62-65. Después, Doblas y Salgado tiraron de orgullo para remontar. Los de Ivanovic respondieron con triples de Teletovic, Oleson y Ribas.

Lagun Aro GBC presionó en defensa y provocó multitud de errores al Baskonia, que además perdía a San Emeterio por un golpe en la cadera. No obstante, el rebote era alavés, sobre todo gracias al omnipresente Pape Sow. Los donostiarras se vaciaron, poniendo todo su corazón. Pero su rival, pese a eventuales fallos, mantuvo la cabeza fría para llevarse este intenso derbi.

 

Retratos positivos, pero con resultados bien diferentes

Como suele ser habitual en estos casos, cada cual vio la feria tal y como le fue. Así, por ejemplo, Dusko Ivanovic reconoció que su equipo pudo «a ratos», jugar tal y como él quiere, aunque denunció un exceso de «altibajos».

«Lagun Aro está haciendo una temporada muy buena, pero por momentos me gustó cómo jugó mi equipo: un grupo que quiere trabajar con la defensa como base y en ataque con paciencia, dando un pase más para buscar la mejor opción. Eso sí, hemos tenido problemas con los balones perdidos, sobre todo en el último cuarto, donde no podemos perder ni un balón. Todavía tenemos demasiados altibajos, y debemos trabajar para encontrar una línea recta alta», declaró.

Pablo Laso, por su parte, se mostró resignado y orgulloso por sus jugadores a partes iguales. «El equipo ha trabajo bien muchas cosas, pero para sacar adelante estos partidos necesitas un poco más. Aun así, no hemos bajado los brazos y hemos estado cerca de darle la vuelta», dijo.

Con la Copa casi inalcanzable, Doblas opinaba que hay que ir «a muerte» el miércoles en Zaragoza. «Llevamos tres derrotas y esto no puede ser. Tenemos que salir más concentrados que nunca y ganarles. Por nosotros».

Sin quererlo, Baron también fue protagonista del partido. En ese sentido, Javi Salgado solicitó «mayor respeto» por parte de los árbitros a su compañero. «A él le pitan las faltas cuando intentaba defender, pero cuando atacan no pitan nada: le empujan, le pegan... Creo que merece un mayor respeto», se quejó. A. G.

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