Tras la declaración de ETA
Los firmantes de Gernika destacan el paso de ETA y apelan al Estado
Janire ARRONDO | DONOSTIA
«Un paso positivo y de indudable valor». Es la valoración que hacen los firmantes del Acuerdo de Gernika sobre la declaración que ETA difundió el lunes y donde anunciaba el alto el fuego «permanente y de carácter general, que puede ser verificado por la comunidad internacional». En una rueda de prensa nutrida, y con la asistencia de un gran número de medios de comunicación, los representantes de partidos políticos, organizaciones juveniles, culturales o deportivos que suscribieron el acuerdo el pasado 25 de setiembre señalaron que «este paso, junto a otros que han de darse por el conjunto de los agentes hasta el cumplimiento íntegro del Acuerdo, son los necesarios para la puesta en marcha de un proceso democrático con garantías». Se comprometieron a «seguir avanzando hasta conseguir que el acuerdo se cumpla en su integridad».
Los impulsores de la iniciativa, además, convocaron un acto para el próximo 22 de enero en el Kursaal de Donostia, sin adelantar más detalles, durante la rueda de prensa que reunió a los organismos adscritos. Allí se encontraban los representantes de los partidos políticos Abertzaleen Batasuna, Alternatiba, Aralar, izquierda abertzale y Eusko Alkartasuna.
Una vez manifestado que la declaración de ETA «constituye un paso positivo y de indudable valor en el proceso que lleva a Euskal Herria hacia un escenario de paz y normalización política, los firmantes se dirigieron al Gobierno español para solicitar que cumplan lo acordado en el Acuerdo de Gernika. También aprovecharon la ocasión para dirigirse a todos los agentes de Euskal Herria para invitarlos a «trabajar conjuntamente» en este proceso.
La abogada de TAT Lorea Bilbao y el secretario adjunto de LAB, Jabi Garnika, solicitaron al Estado español que dé «un cambio en su política». Después de la actitud adoptada por la organización armada, exigen al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a que tome «las medidas necesarias que posibiliten un escenario de normalización política, respondiendo en positivo a los emplazamientos realizado en el Acuerdo de Gernika».
Por otra parte, Bilbao y Garnika invitaron a todos los agentes políticos, sindicales y sociales de Euskal Herria que no han suscrito el Acuerdo de Gernika «a trabajar conjuntamente con ellos para contribuir a llevar hasta el final el proceso de paz y soluciones democráticas, haciéndolo irreversible». Entendiendo que «la acción política ha tomado un protagonismo indiscutible en Euskal Herria», animaron a la sociedad vasca a redoblar esfuerzos para su implicación «en un proceso sin marcha atrás».
Junto a ello, la abogada y el sindicalista tuvieron palabras de agradecimiento para los mediadores internacionales que suscribieron la Declaración de Bruselas y les pidieron que continúen con su labor. Después de que ayer el vicepresidente del Gobierno español, Alfredo Pérez Rubalcaba, rechazara la verificación internacional, los portavoces de Gernika se reafirmaron en su «compromiso expreso» de colaborar con ellos.
En último lugar, hicieron un llamamiento a la ciudadanía vasca para que participe y sea «motor y parte activa» en la «nueva situación política» creada en Euskal Herria. «La propia sociedad vasca es garante del cumplimiento total del acuerdo y de la superación de las dificultades que se generen en ese camino», concluyeron.
Además de pedir a ETA la declaración de un alto el fuego, el Acuerdo de Gernika reunía otros siete requisitos «necesarios» para un nuevo escenario en Euskal Herria. Exige la derogación de la Ley de Partidos Políticos; la desaparición de «todo tipo de amenazas, presiones, persecuciones, detenciones y torturas por razones políticas»; el cese de la política penitenciaria; la revisión de los procesos judiciales derivados de su actividad política, la derogación de jurisdicciones, de tribunales especiales, de toda legislación de excepción y de la incomunicación; el levantamiento de las medidas restrictivas impuestas a militantes y organizaciones independentistas; e impulsar la participación de agentes internacionales a fin de verificar que no se produce ninguna vulneración de derechos humanos.
«Buena noticia» para AB
Abertzaleen Batasuna, el único partido de Gernika que no se posicionó el lunes, calificó ayer de «paso importante y positivo» la declaración de ETA. A través de una nota AB explicó que «sin perder más tiempo, es el turno de los estados español y francés para que den nuevos pasos, respetando todos los derechos políticos y sociales.
Recalcaron que el reconocimiento, la autodeterminación y la normalización política vendrán de «una acumulación de fuerzas democrática, vigorosa, pacífica y civil». «Tan importante es el camino como el objetivo», concluyeron.
El emplazamiento a un alto el fuego era uno de los ocho puntos del Acuerdo de Gernika, el primero. Para que se cumpla íntegramente deberían derogarse la Ley de Partidos, la política penitenciaria o la incomunicación, entre otras medidas.
El 22 de enero es la fecha elegida por los organismos políticos, sindicales, culturales o deportivos firmantes del Acuerdo de Gernika para celebrar un acto en el palacio Kursaal de Donostia.
Las agencias españoles se hicieron eco ayer del nacimiento de una web destinada a ofrecer información en inglés sobre los movimientos políticos que se están produciendo en Euskal Herria. Está impulsada por la izquierda abertzale y entre sus «voces» se incluye a Arnaldo Otegi, entre otras personas. Basquepeaceprocess.info ofrecía ayer información sobre la declaración de ETA, pero también sobre movimientos previos como las posiciones expresadas por la izquierda abertzale. Se incluye una revista de prensa sobre el modo en que se recogió la noticia del lunes en medios de todo el mundo. Y se articulan métodos para apoyar el proceso. GARA
Tras reafirmar el carácter «histórico» de la declaración de ETA «que se inscribe en la perspectiva de una solución definitiva del conflicto político», los representantes de Batasuna Xabi Larralde y Jean-Claude Agerre instaron ayer a Madrid y a París a «dar pasos para que se ponga en marcha un verdadero proceso de paz».
Los dirigentes independentistas, que comparecieron en Baiona, criticaron las declaraciones «inmovilistas» en las que se refugian los responsables gubernamentales tanto españoles como franceses y remarcaron que «de ningún modo responden a un comunicado de tal alcance ni están al nivel de las reacciones y posiciones positivas mostradas, por ejemplo, por los impulsores de la Declaración de Bruselas».
En consecuencia, apelaron a otro tipo de pronunciamientos pero también a «pasar a los actos». «Más allá de las habituales retóricas mecánicas efectuadas desde los despachos, es hora de actuar para activar el proceso democrático de resolución» dijo Larralde. En ese sentido, propuso pistas como «poner fin a las operaciones policiales y represivas», «garantizar los derechos civiles y políticos» y promover «el respeto de los derechos de los presos vascos, a quienes deben reconocer como agentes activos del proceso». Subrayó, asimismo, la necesidad de una negociación «en torno a los dos nudos del conflicto: la autodeterminación y la territorialidad».
Dirigiéndose al Estado francés, los dos representantes abertzales manifestaron que «es indispensable que París se mueva y entre de lleno en la dinámica de la solución, reconociendo políticamente Euskal Herria. Debe ser un agente activo del debate y de los contenidos de la solución al conflicto», apostillaron.
Larralde y Agerre finalizaron reiterando el compromiso de Batasuna «para ir hasta el final de este proceso» y anunciaron que interpelarán a los electos y representantes políticos y sociales de Ipar Euskal Herria y del Estado francés para «que tomen conciencia de la dimensión histórica del momento y a que, dejando de lado intereses partidistas o electoralistas, se involucren en la solución».
Unas horas después, el Gobierno francés hizo su primera valoración sobre la declaración de ETA, y de nuevo a través de su Ministerio de Exteriores, para reflejar que no se siente concernido por la cuestión vasca. Un portavoz ministerial dijo que París siempre estará «al lado de sus amigos españoles hasta la erradicación definitiva de las violencias terroristas».
«Desde hace muchos años tenemos una excelente y eficaz cooperación con el Gobierno español en el terreno de la lucha contra el terrorismo», afirmó Exteriores, que recordó las redadas contra ETA protagonizadas por ambos. Citó también que la actual ministra de Exteriores, Michèle Alliot-Marie, «siempre ha prestado mucho interés a la cooperación». Significativamente, ni siquiera se aludió a su condición de vasca.
Un día después del comunicado, también desde fuera del Acuerdo de Gernika aparecieron llamamientos a aprovechar la oportunidad, dirigidos sobre todo, aunque no únicamente, al Estado. Así, Lokarri abogó por la puesta en marcha cuanto antes del Grupo Internacional de Contacto, y el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, citó la necesidad de cambiar la política carcelaria. Ambos aludieron además a que es precisa la legalización de la izquierda abertzale.
En Donostia, el coordinador de Lokarri, Paul Ríos, abogó por que el grupo coordinado por Brian Currin se ponga en marcha «en cuanto sea posible», porque cuando «surge una oportunidad, hay que aprovecharla».
Lokarri apuesta por legalizar el nuevo partido político que promueva la izquierda abertzale porque, «independientemente» de la declaración de ETA, han demostrado «su determinación de emplear exclusivamente las vías pacíficas y han rechazado la violencia». Asimismo, instó al Gobierno español a «dar una respuesta positiva» porque el mensaje de ETA supone «un paso muy importante» ante el cual las fuerzas políticas y el Gobierno español deben «diseñar una estrategia».
Mientras, el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, consideró que el Estado cometería «una tropelía si no aprovechara las oportunidades que se brindan para la paz». En una entrevista en ETB, abogó por aprovechar «la verificación internacional» y al «grupo de Bruselas». Señaló, asimismo, que el Estado «puede hacer cosas» como «humanizar la política penitenciaria» o no poner trabas a la legalización.
