Las reacciones al segundo Balón de Oro consecutivo de Leo Messi en términos de justicia deportiva por los méritos acumulados a lo largo de 2010 han sido de lo más dispares. Especialmente beligerante con la designación del genio de Rosario ha sido la prensa italiana, quizás por aquello de que uno de sus medios escritos, «La Gazzetta dello Sport», se lanzó a la piscina adelantando a bombo y platillo que el ganador sería Iniesta, algo que no ha ocurrido.

Así, el principal periódico deportivo transalpino tituló con un «¿Messi? Nooo!», para tildar de «increíble» e «injusto» el premio del argentino. Del mismo modo, «La Stampa» escribió que el fútbol ha perdido el norte al elegir a un futbolista «que en las competiciones que cuentan no ha ganado nada», en referencia a los torneos de selecciones. De hecho, es la primera vez que el galardón creado en 1956 por «France Football» no premia a un campeón en un año mundialista.

La prensa francesa fue mucho más benevolente, al indicar «L`Equipe» que «Messi es el más fuerte de todos», entre otras razones por su «genio y eficacia». Por su parte, «Le Parisien» afirmó que el delantero culé consumó «un bonito regate» para hacerse de manera «inesperada» con el galardón, cuyo acto de entrega, que se preveía fuera para la «consagración del triunfo del fútbol español», terminó con éste «mortificado», según «La Dernière Heure».

Como cabía esperar, los diarios deportivos madrileños sacaron sus uñas. Según «As», «chasco para España, que está que trina», mientras que «Marca» señaló que existen «dos gigantes -por Messi y Mourinho- y un antiespañol -por Joseph Blatter-».