Mikel Ibáñez, en libertad condicional por su grave estado de salud
GARA |
El Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional otorgó ayer la libertad condicional al preso elgoibartarra Mikel Ibáñez Oteiza, aquejado de una grave e incurable enfermedad que le mantenía excarcelado desde setiembre de 2010.
El tribunal especial aprobó así en un auto, con el apoyo de la Fiscalía, la propuesta de concesión de libertad condicional que había formulado la cárcel de Martutene, del que el preso salió en régimen de semilibertad el 24 de setiembre para poder ser tratado de un linfoma y otras patologías que habían minado su salud, según lo recordaron ayer agencias españolas. Dado el régimen de semilibertad, al represaliado político vasco se le dotó entonces de una pulsera de control telemático para mantenerlo vigilado, según informaron a Efe fuentes penitenciarias.
Dos meses después, el pasado 27 de diciembre, tuvo que ingresar en la UVI del Hospital Donostia por una infección generalizada, por lo que le fue concedido el tercer grado «como paso previo» a la libertad condicional. Apuntar que, además del cáncer que sufre, el preso de Elgoibar sufrió el 20 de julio un infarto agudo de miocardio.
«Razones humanitarias»
Ahora, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria ha decidido acordar su libertad por «razones humanitarias», ya que los informes médicos acreditan que mantenerle en prisión podría agravar su enfermedad, y tiene en cuenta «la escasa peligrosidad del sujeto y la dificultad para delinquir» dado su estado.
No obstante, el Juzgado le obliga a mantenerse sujeto al cuidado y vigilancia de la persona que ha aceptado acogerle, a fijar domicilio y someterse al seguimiento de los servicios sociales penitenciarios y le prohíbe participar en actividades de grupos o colectivos que «justifican la violencia terrorista» y conceder entrevistas a los medios de comunicación.