CRíTICA cine
«Twelve»
Mikel INSAUSTI
Ya quedan muy pocos verdaderos artesanos con los que disfrutar de su cine, y uno de los últimos es Joel Schumacher, a quien la crítica le sigue negando crédito por algún encargo comercial que hizo en el pasado. Como espectador agradecido que soy, prefiero valorar las muchas horas de disfrute que me ha procurado este veterano maestro, y de cuya eficacia narrativa dan fe títulos recientes como «Tigerland», «Veronica Guerin» o «Última llamada». A sus 71 años, es capaz de retratar a la juventud actual mejor de lo que lo harían los propios jóvenes, y prueba de ello es esta vibrante adaptación de la novela de Nick McDonell, «Twelve». En lugar de tirar de repertorio, porque hizo cine juvenil en los 80 y aún no se ha olvidado su aportación a la causa generacional con «St. Elmo, punto de encuentro», opta por una puesta al día desafiante con un vivo montaje. De aquella época solamente queda la voz de Kiefer Sutherland en la versión original oficiando como narrador, en clara alusión a su protagonismo en «Jóvenes ocultos», y la vampirización que sufrió una cantera actoral a la que el paso del tiempo no ha tratado bien.
Otro guiño del tal guisa puede ser la presencia en el reparto de Rory Culkin, el pequeño de la conocida y malograda saga de los Culkin. Pero los que ahora son padres están representados por Ellen Barkin, una actriz fascinante a la que la industria ha dado la espalda. Ni ella, ni el resto de adultos con dinero que aparecen fugazmente en «Twelve» prestan atención a sus hijos, porque presuponen que ya les vale con ser unos privilegiados herederos. En medio del contexto viciado del pijerío del Upper East Side de Manhattan, el chico protagonista no puede ser sino un desclasado, alguien que quiere situarse por encima de tanta decadencia erigiéndose en «dealer» que no prueba la droga que vende. Un observador silencioso del modo inducido en que sus amigos ricos se anestesian para no sentir el vacío de sus pobres existencias, faltas de cariño y otros valores que no cotizan en bolsa.
Dirección: Joel Schumacher.
Guion: Jordan Melamed, sobre la novela de Nick McDonell.
Intérpretes: Chace Crawford, Rory Culkin, Ellen Barkin, Curtis Jackson, Emma Roberts.
País: EEUU, 2010.
Duración: 94 m.